Las guerras son algo innato en nuestra condición humana, incluso podría decirse que marcan a fuego el curso de la humanidad, tanto, que son ellas y no otros acontecimientos históricos, los que delimitan etapas históricas de relevante importancia. Desconozco si esto se debe a lo terrorífico de sus resultados, a la triste evidencia de la naturaleza del hombre o a las crisis económicas y sociales que ocasionan, pero lo cierto es que, desde la primera guerra hasta las de última hornada, todas, sin excepción, tienen severas consecuencias sociales, económicas y culturales. Dentro de ese marco cultural al que me refiero, han sido decenas de guerras las que ha descrito la Literatura, sangrientas luchas, tristes escenas. Y es que la literatura es una imagen de la realidad, y la palabra, el espejo de la vida.
Este belicismo ha sido muy utilizado por ciertos autores para imprimir cierto carácter a sus obras, a sus historias. De entre los géneros que más destacan por hacerlo abiertamente, está el del cómic, verdadera vía de expresión literaria donde las aventuras y el dinamismo se sirven de la pluma y las acuarelas –cada vez más del diseño gráfico…- para llegar a un público creciente en número y exigencia.
Son numerosos los tebeos que nos muestran los enfrentamientos bélicos, el sonido de las balas, los cortes de la metralla, el olvido de los muertos, la subsistencia, el pánico y el desánimo, la crueldad del mundo que habitamos… Además de todo ello, también nos enriquecen, ubicando históricamente las contiendas, tanto espacial como temporalmente, contextualizándolas debidamente. Si bien es cierto que algunas obras adolecen de ciertos aspectos imaginados y fantásticos, también sirven para reflejar numerosos aspectos de las mismas.
Y en mi empeño porque la literatura, en cualquiera de sus tipos, llegue al joven, al niño, continuo animando al docente, a madres y padres, al bibliotecario, para que hagan uso de estas obras, verdaderas armas capaces de estallar en nuestras manos, minar nuestra mente de palabras, de pensamientos que nos fortalezcan y forjen nuestros conocimientos sobre la Historia del ser humano.
Dorison, X. & Breccia, E. Los centinelas. Norma Editorial: Barcelona.
Giardino, V. No pasarán. Norma Editorial: Barcelona.
VV. AA. Tormenta sobre España. Glénat: Barcelona.
Gímenez, Carlos. 36-39 Malos tiempos. Glénat: Barcelona
Gómez, Juan & Alessio, Agustín. Martillo de herejes. Dolmen: Palma de Mallorca.
Guibert, Emmanuel. La guerra de Alan. Ponent Mon: Barcelona.
Pratt, Hugo & Oesterheld. Ernie Pike. Norma Editorial: Barcelona.
Tekuza, Osamu. Adolf. Planeta DeAgostini: Barcelona.
Katin, Miriam. Por nuestra cuenta. Ponent Mon: Barcelona.
Gibrat. El vuelo del cuervo. Norma Editorial: Barcelona.
Croci, Pascal. Auschwitz. Norma Editorial: Barcelona.
Spiegelman, Art. Maus. Mondadori: Barcelona
Bonvi. Sturmtruppen. Nuevas Fronteras del Arte: Barcelona.
Dixon & Mahnke. Team Zero. Norma Editorial: Barcelona.
Eissner, Will. El último día en Vietnam. Norma Editorial: Barcelona.
Yann, Berthet. Pin Up. Big Bunny. Norma Editorial: Barcelona.
Séra. Callejón Rojo. Norma Editorial: Barcelona.
Sacco, Joe. Palestina. Planeta DeAgostini: Barcelona.
Sacco, Joe. El mediador. Planeta DeAgostini: Barcelona
Sacco, Joe. Gorazde. Planeta DeAgostini: Barcelona.
Sacco, Joe. El final de la guerra. Planeta DeAgostini: Barcelona.
Este belicismo ha sido muy utilizado por ciertos autores para imprimir cierto carácter a sus obras, a sus historias. De entre los géneros que más destacan por hacerlo abiertamente, está el del cómic, verdadera vía de expresión literaria donde las aventuras y el dinamismo se sirven de la pluma y las acuarelas –cada vez más del diseño gráfico…- para llegar a un público creciente en número y exigencia.
Son numerosos los tebeos que nos muestran los enfrentamientos bélicos, el sonido de las balas, los cortes de la metralla, el olvido de los muertos, la subsistencia, el pánico y el desánimo, la crueldad del mundo que habitamos… Además de todo ello, también nos enriquecen, ubicando históricamente las contiendas, tanto espacial como temporalmente, contextualizándolas debidamente. Si bien es cierto que algunas obras adolecen de ciertos aspectos imaginados y fantásticos, también sirven para reflejar numerosos aspectos de las mismas.
Y en mi empeño porque la literatura, en cualquiera de sus tipos, llegue al joven, al niño, continuo animando al docente, a madres y padres, al bibliotecario, para que hagan uso de estas obras, verdaderas armas capaces de estallar en nuestras manos, minar nuestra mente de palabras, de pensamientos que nos fortalezcan y forjen nuestros conocimientos sobre la Historia del ser humano.
Dorison, X. & Breccia, E. Los centinelas. Norma Editorial: Barcelona.
Giardino, V. No pasarán. Norma Editorial: Barcelona.
VV. AA. Tormenta sobre España. Glénat: Barcelona.
Gímenez, Carlos. 36-39 Malos tiempos. Glénat: Barcelona
Gómez, Juan & Alessio, Agustín. Martillo de herejes. Dolmen: Palma de Mallorca.
Guibert, Emmanuel. La guerra de Alan. Ponent Mon: Barcelona.
Pratt, Hugo & Oesterheld. Ernie Pike. Norma Editorial: Barcelona.
Tekuza, Osamu. Adolf. Planeta DeAgostini: Barcelona.
Katin, Miriam. Por nuestra cuenta. Ponent Mon: Barcelona.
Gibrat. El vuelo del cuervo. Norma Editorial: Barcelona.
Croci, Pascal. Auschwitz. Norma Editorial: Barcelona.
Spiegelman, Art. Maus. Mondadori: Barcelona
Bonvi. Sturmtruppen. Nuevas Fronteras del Arte: Barcelona.
Dixon & Mahnke. Team Zero. Norma Editorial: Barcelona.
Eissner, Will. El último día en Vietnam. Norma Editorial: Barcelona.
Yann, Berthet. Pin Up. Big Bunny. Norma Editorial: Barcelona.
Séra. Callejón Rojo. Norma Editorial: Barcelona.
Sacco, Joe. Palestina. Planeta DeAgostini: Barcelona.
Sacco, Joe. El mediador. Planeta DeAgostini: Barcelona
Sacco, Joe. Gorazde. Planeta DeAgostini: Barcelona.
Sacco, Joe. El final de la guerra. Planeta DeAgostini: Barcelona.
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