Boquiabiertos nos hemos quedado viendo cómo la mitad de Japón ha quedado enfangada por una ola desproporcionada. Pero más pasmados estamos contemplando cómo millones de japoneses se organizan para que todo vuelva a la total normalidad tras un desastre de semejante magnitud.
Ejemplo de cooperativismo llevado al extremo, los japos han demostrado una vez más que son los reyes del mambo, dejando a las hormigas en mantillas cuando se trata de poner un poco de orden. Ni tsunami, ni central nuclear que se les resista: los nipones son más duros que el pan congelao (pese a las bajas… siempre hay precio…). Con una cultura basada en el esfuerzo y la tradición, son capaces de poner a prueba a los volcanes, los seísmos, los cetáceos, la ley del suelo, el cultivo de arroz o a la economía mundial. Todo ello basado en una educación estricta que compagina el uniforme, la caligrafía, el manga y el respeto (¡cágate!).
Y ahora el chisme: ante la imposibilidad de emular este comportamiento frente a una catástrofe de tales dimensiones por parte de los ciudadanos españoles, el ejecutivo nacional ha decidido enviar a este archipiélago asiático una representación gubernamental abanderada por José Blanco para estudiar in situ lo que nos diferencia del lejano país vecino e introducirlo a posteriori en la nueva ley que se presentará próximamente bajo el título de “Ley Orgánica de Responsabilidad Civil”. A todo esto, yo advierto: Don Pepiño, si usted quiere conocer la sociedad japonesa desde una visión simple y cercana, no puede dejar de leer Estupor y temblores, de la belga Amèlie Nothomb, y quedará convencido de que, con personas como usted guiando al pueblo, tenemos más posibilidades de sufrir un patatús que de hacer frente a una crecida del Guadiana.
Ejemplo de cooperativismo llevado al extremo, los japos han demostrado una vez más que son los reyes del mambo, dejando a las hormigas en mantillas cuando se trata de poner un poco de orden. Ni tsunami, ni central nuclear que se les resista: los nipones son más duros que el pan congelao (pese a las bajas… siempre hay precio…). Con una cultura basada en el esfuerzo y la tradición, son capaces de poner a prueba a los volcanes, los seísmos, los cetáceos, la ley del suelo, el cultivo de arroz o a la economía mundial. Todo ello basado en una educación estricta que compagina el uniforme, la caligrafía, el manga y el respeto (¡cágate!).
Y ahora el chisme: ante la imposibilidad de emular este comportamiento frente a una catástrofe de tales dimensiones por parte de los ciudadanos españoles, el ejecutivo nacional ha decidido enviar a este archipiélago asiático una representación gubernamental abanderada por José Blanco para estudiar in situ lo que nos diferencia del lejano país vecino e introducirlo a posteriori en la nueva ley que se presentará próximamente bajo el título de “Ley Orgánica de Responsabilidad Civil”. A todo esto, yo advierto: Don Pepiño, si usted quiere conocer la sociedad japonesa desde una visión simple y cercana, no puede dejar de leer Estupor y temblores, de la belga Amèlie Nothomb, y quedará convencido de que, con personas como usted guiando al pueblo, tenemos más posibilidades de sufrir un patatús que de hacer frente a una crecida del Guadiana.
2 comentarios:
Si le gusta Estupor y tambores, dile que después lea "Ni de Eva ni de Adán".
(Dedicaré a este segundo viaje de Nothomb a Japón, mi próxima reunión del club de lectura de exalumnos)
Casualidades blogueras:
Me acabo de dar cuenta. Tus dos últimas imágenes tienen relación con mis dos últimos libros del club de lectura de exalumnos: Misma autora (Nothomb) y mismo libro (El curioso incidente del perro a medianoche)
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