Dejando atrás el inicio navideño (espero que, al menos, la
pedrea se haya apiadado de sus bolsillos… ¡qué vicio tan inútil el de la
lotería!), me dedico hoy a desbaratar ese ambiente navideño que, aunque con
buen fondo, enciende la mecha de muchos problemas que quedan ocultos por la
rutina mundana.
Si hay una época en la que florecen los problemas humanos,
esa es la Navidad (también apuntan psiquiatras y psicólogos hacia las
vacaciones veraniegas), unos días en los que nos rodeamos de nuestros seres
queridos y demás familia putativa, y a la par que algunas penas se ahogan en
alcohol, otras reflotan con más virulencia, sembrando el rencor entre los que
comparten sangre, suegra, herencia, hipoteca o cuenta bancaria. Tanto, que
muchos desearían apuntarse al hinduismo y mandar a la mierda tanta hipocresía…
Para muchos se figura el adviento un suplicio sin parangón, una tortura
inquisitiva en la que, atiborrándose de cordiales y turrones, marquesas y
mazapanes, mantecados y rollos de vino blanco, se intenta olvidar esa rencilla
o aquella otra que tanto nos retorció la fibra años atrás.
Por todo ello, como monarca soberano de este lugar en el que
viven los monstruos, les invito a destripar lo menos posible a su insufrible
suegra, a ignorar al odiado cuñado de turno, a discutir mínimamente con su
hermana, a consensuar el menú navideño con su terco padre y a desentenderse de
la algarabía de hijos, primos y sobrinos, para encontrar esa felicidad interior
a la que nos guía una estrella fugaz, la misma que siguió el pastorcillo de Max
Bolliger y Štěpán Zavřel, para tejer esa
canción ante el pesebre que recogió toda la Navidad.
Disfruten de la Nochebuena.
Bolliger, Max. 1986. La
canción del pastorcillo. Ilustraciones de Štěpán Zavřel. Madrid: SM.
2 comentarios:
Ohhhh!! Acabo de descubrir tu blog. Con lo apasionada que soy de la literatura infantil y juvenil (escribo para este género), ¿cómo es posible que no conociera tu blog? Además tengo verdadera adicción a los álbumes ilustrados. Desde hoy tienes una seguidora más. Encantada de conocerte. Saludos desde locura de lectura y si tienes un momento, me encantaría invitarte a dar una vuelta mi blog. Gema
Hola Locura:
Agradecido por tus palabras, diciéndote que aquí te espero. Por supuesto que me daré un garbeo por tu blog y lo enlazaré (a ver si tengo tiempo, pffff....). Un consejo: sólo haz caso de las recomendaciones, a veces, todas las palabras que las rodean, pueden herir tu sensibilidad.
Un abrazo y feliz navidad.
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