Pese a la ciclogénesis explosiva (no entiendo a qué viene
tanta tontería para darle nombre a una borrasca de toda la vida…) del pasado
fin de semana y a las lluvias que nos han puesto en remojo durante los pasados
días, he decidido raparme la cocorota y dejar que el viento frío se abra paso
entre las pocas ideas que pueblan mi testa… Y cómo no… ¡para que el cuero
cabelludo se refresque!
Peluquero de mi pelo,
no me cortes, por favor,
que me pegan cocotones
en la escuela, si me pelo.
El que se pela, ¡se estrena!
Marisa López Soria.
Peluquero.
En: Diversopoemas.
Ilustraciones de Isidro
Ferrer.
2002. Madrid: Ajonjolí
– Hiperión.
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