Aunque llevamos unas semanas debatiendo sobre gallináceas
(es lo que tiene el gusto por los animales domésticos y las connotaciones de
los cruzamientos mendelianos…), hoy leeremos versos sobre conejos, y no
precisamente para hacer un gazpacho manchego, sino de aquellos que, por arte de
magia, se esconden en sombreros… Sombreros de copa, bombines, chambergos,
cordobeses, de campaña, Stetson, Deerstolker, o panamás…
Esta es la historia de un conejo
de orejas largas, no muy viejo,
que iba tranquilo y caminando,
buscando frutas y cantando.
No sé si estaba muy perdido,
sin rumbo fijo, distraído,
pero de pronto tropezó,
tal vez torpe, pienso yo,
con un sombrero negro y fino,
¡muy elegante, muy divino!
Verónica Álvarez.
En: Conejo y sombrero.
Ilustraciones de
Mariana Ruiz Johnson.
2011. Caracas: Ekaré.
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