lunes, 29 de mayo de 2023

Evitando la catástrofe


El trilero de la Moncloa ya no sabe con qué truco amargarnos la existencia. Ni tan solo un día nos ha dejado para respirar. Él, él y solo él. Es tal su ego que no permite que nada ni nadie le haga sombra.
Dejarnos sin vacaciones… ¡A los españoles! Solo se le ocurre a un déspota de su calaña, un sátrapa degenerado... ¡Con la que estará cayendo el 23 de julio…! La primera vez en la historia de la democracia que se celebran unas elecciones generales en mitad de la canícula. Se atreve con todo, hasta con el verano.
Si yo supiera rezar, lo haría.
Esperemos que practique en los cincuenta y tantos días que restan hasta la cita electoral, porque en vez de ases, tendrá que sacarse una sombrilla de la manga si no quiere acabar como el que asó la manteca. Y lo peor de todo es que yo lo veo capaz.


Él se planta en el escenario, recita sus palabras mágicas y, ¡pelillos a la mar! Ojalá saliera volando del escenario y no lo viéramos más, porque eso de que juegue a desmembrarnos a base de nacionalismos y otros serruchos, no es ni medio normal.
Como no aparezca un ángel de la guarda, lo enganche del pescuezo y lo lance bien lejos. No sé quién nos va a librar de la catástrofe que se puede avecinar otros cuatro años más.


Y hablando de catástrofes, llega C’est la catastrophe!, el álbum de Itziar Pascual ilustrado por David Pintor, que acaba de sacar a la luz la editorial alicantina Degomagom. La autora, dramaturga de profesión, rinde un pequeño tributo a la obra de Samuel Beckett, tanto por el título, como por la dedicatoria, y se adentra en lo cotidiano de las vidas infantiles gracias a un ángel de la guarda que evita los pequeños desastres una y otra vez.


¿Te imaginas que no suena el despertador? ¿Que te quedas sin papel a la hora de ir al baño? ¿Que el chocolate te pringa un jersey recién puesto? ¿Que los deberes salen volando por una corriente de aire mañanera? ¿Qué eres incapaz de encontrar el estuche? Pues todo eso y mucho más es capaz de solucionar.


Además de composiciones donde la luz y el humor tienen mucho que decir, el ilustrador gallego echa mano de la ausencia de color para dar vida a un personaje muy bien caracterizado y entrañable que podría protagonizar nuevas secuelas de una historia mágica y sugerente.
Solo queda desear que un ángel como este nos salve de las fauces de este indeseable.

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