No hace falta que dedique grandes prolegómenos a esta noticia... Por sí solos, los versos ya son más que un tributo. Adiós Mario...
Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.
Luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque un océano
la muerte solamente
una palabra.
Ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros.
Ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.
Mario Benedetti.
Pasatiempo.
En: Antología poética.
1998. Barcelona: Alianza
2 comentarios:
Pues si, ya estaba enfermo, estaba viejo...habría que dejarlo ir así con la tristeza y ya, pero es que deja un vacío humano, emotivo, que nadie podrá llenar. Saludos!!
Soy fiel lectora, que cada viernes robo al tiempo laboral una o dos horas para terminar la semana con verdadera sensación de placer entre los blogs por los que navego. Y a pesar de que este poema no pueda clasificarse en el placer mismo, sí lo ha hecho en la emoción. Gracias por dedicarle un espacio a Mario.
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