lunes, 26 de noviembre de 2012

Bandadas que vuelan por separado



Creo ser uno de los pocos castellanohablantes que puede alardear de haber leído en lengua original el Tirant lo Blanch, esa obra cumbre de las letras catalanas (aunque su autor fuese valenciano… que parece que jode), lo que me otorga cierta licencia para hablar de la pantomima nacionalista que se ha desarrollado durante este fin de semana… Mientras algunos deseamos romper las fronteras, esas que nos aíslan en una parcela finita, otros predican la secesión como una medida, no sólo demagógica, sino absolutamente necesaria, para pasar a la Historia a modo de grandes gurús de la liberación (todos quieren ser Nelson Mandela… ¿qué le vamos a hacer?). Se ve que no han viajado hasta Bosnia-Herzegovina -cosa que un servidor sí ha hecho- y han sufrido la de miseria que acarrea eso del “juntos, pero no revueltos”… Lo más soez de todo es servirse de una crisis económica (¡bendita excusa la de la pela!) para encolerizar a las masas contra una España opresora (así nos llaman…), a la par que adelgazada (no hay ni pa’ pipas…). Lo mejor sería ponerse a boicotear las manufacturas catalanas y mostrar mi descontento ante tamaña tontería independentista, pero prefiero guardarme ese cartucho para próximas ediciones de estulticia, que tonterías hacemos todos para olvidarnos de lo realmente importante…
Y así, como los pájaros que llenan las páginas del último álbum ilustrado galardonado con el Premio Compostela, Bandada, de David Daniel Álvarez Hernández y María Julia Díaz Garrido (editorial Kalandraka), seguiremos dándole importancia a las cosas vanas de la vida, llenando de ambiciones nuestro rincón más vanidoso, olvidarnos de la sencillez del mundo, y hacer peligrar la supervivencia de los sueños individuales que se alimentan de un esfuerzo compartido, ese que nunca brota de nacionalismos, ni de otros cinismos.

4 comentarios:

miriabad dijo...

Pues no me queda claro si te ha gustado o no el libro. Me he perdido...

Román Belmonte dijo...

Si lo reseño es porque me gusta... Otra cosa son los comentarios al hilo de su argumento... ¡Ay, Miriam! ¡Tanto tiempo y aún no me conoces!
¡Un abrazo!

Jo sóc filla d'aquell que es diu Ausiàs March dijo...

Hola,
He llegado por casualidad a tu blog y me ha parecido muy interesante.
Hasta que he leído este post. Me sabe muy mal que el amor por la buena literatura no te haya servido para abrir un poco la mirada de tu mente, para saber informarte bien, sin generalzar y, por encima de todo, para no menospreciar a la gente que lucha democráticamente para poder vivir tranquila y dignamente en su lengua, su cultura y con su identidad (que, claro, no es ni mejor ni peor que las otras, pero es la suya -aunque parece que jode mucho).

Román Belmonte dijo...

Hola, Hija de aquel que se llama Ausiàs March:
No menosprecio tu lengua, esa que te hace más rica culturalmente (y que entiendo casi a la perfección desde que tenía 5 años). Tampoco tu cultura (yo también tengo la mía). Ni tampoco tu identidad. El único problemas es que no entiendo esa lucha de la que me hablas...
Creo que, como todos (yo el primero), lees lo que quieres leer, un acto de libertad que, de momento, no me jode ni lo más mínimo.
Abre tu mente, creo que estás oprimida por ella.
Un saludo