A María José, para que me corrija si me equivoco...
Me incorporo tras la
siesta y entre legaña y legaña, empiezo a analizar el despiporre
del fin de semana, no sólo en lo que a cantidad se refiere, sino
también en su concepción surreal. Gente que desaparece tras las
columnas, enemigos que quieren hacer las paces después de una decena
de años, algunas se cuelan por la taza del water, golfos
enamoradizos... En definitiva, que en Navidad se abren las puertas de
Mordor y salen en tropel todos los orcos.
Enciendo el tuiter y la
cosa no queda ahí. Aparece Tabarnia. Una bendición del cielo que
adereza este contubernio para transformar las navidades en
desternillantes. Si Gila, Eugenio o Chiquito levantasen la cabeza, el
desmadre estaba asegurado. Y es que esta guasa tan española gana por
goleada a cualquiera de las facciones que se están jugando a los
chinos el futuro de los catalanes. Si no recuerdo mal, algo parecido
pasó con un Brexit que
dividió a l'Anglaterre entre urbanitas y provincianos, que con menos
humor llevan un par de años jodiendo la marrana a base de pillaje.
Mira que estoy contenido
ante este espectáculo tan nuestro, tan patriótico, tan salvaje...,
pero poco a poco se me afloja el diafragma, los músculos
intercostales, y me puede la risa, la mejor de nuestras armas... Y
para colmo, suenan de fondo la Natti Natasha y El Negrito Claro.
“Esto que yo siento por ti no puede ser legal... Criminal
Cri-criminal, tu estilo, tu flow, baby, mu' criminal... Como tu lo
haces rompe la ley, tu eres un delito que yo quiero cometer...” De traca.
Esto se merece una huida,
como la fantástica road-movie de la pobre Peggy Sue ideada por Federico Delicado, que en
tren, moto, camioneta o transatlántico busca su lugar en el mundo,
como por ejemplo la India, acompañada de una niña familiarmente
incomprendida. Definitivamente, como sigan así las cosas tendré que
dejar mi país, como hizo esta vaca, al más puro (Hopper-iano y desolador)
estilo americano. Eso sí, no pienso renunciar al criticismo,
surrealismo y chiste español (Fíjense en Nórdica Libros, la
editorial que edita este álbum “made in Spain” al 100%).
Y si ustedes deciden no
apuntarse al carro, ya saben, sigan los consejos de Justina, la
señora basura, que es otra opción...
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