Todos
los que hacemos nuestros pinitos en el desconocido mundo de la pintura, esa
afición de niños y viejos (¿será por ello que los ilustradores siguen siendo
pequeños siendo grandes?), acabamos hartos de que todo amigo o conocido
necesite de nuestro “arte” para decorar su hogar. Y así pasa, que todas andan
llenas de formas contrastadas y pinceladas de mal gusto… ¡¿Todavía no habéis
entendido que la mirada a un cuadro, como si fuera la lectura de libro, pertenece
a la parcela de lo íntimo y exclusivo?!
I
El
cuadro torcido
termina
pensando:
“¿no
será el mundo
el
que está ladeado?”
II
Hay
cuadros
de
museo o exposición
que
envidian a esos otros
que
ven la televisión
III
Dicen
que hay cuadros
tan
tan vergonzosos
que
cuando los miras
todos
sus colores
se
les ponen rojos.
Cuadros
Fran Nuño
En: Poebromario
Ilustraciones de Laura Chicote
2013. Barcelona:
Hermes-Almadraba.
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