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martes, 16 de febrero de 2010

De sentimientos basicos...


Pasado ese día que los grandes almacenes dedican a Eros y habiendo oído a detractores y fanáticos de esta fiesta tan amorosa (ya se sabe lo que da de sí todo este tipo de cortejo florístico), uno opta por dejar de lado esa especie de debates públicos que pasan a formar parte del pan de cada día y que –les aviso- también utilizan los politiquillos de tres al cuarto para desviar las atenciones de su amasado diario.
No es que prefiera los círculos de más alcurnia intelectual, pero es preferible que me dedique a otras empresas más productivas y nos dejemos el amor para la intimidad, esa entre los amantes y las sábanas, porque, a la postre, son los únicos interesados (entre los que me incluyo sin mucha dilación). A lo sumo, señalar que, para formas de amar, los colores. Las preferencias son ilimitadas. Los hay que aman un día y el resto del año ni se acuerdan. Otros prefieren el amor a diario, algunos lo adornan con todo tipo de guirnaldas, piñatas y confeti, y los de más allá prefieren vivirlo en silencio –no se preocupen, ya termino la frase: como las hemorroides-. A los de provincias –véase mi caso- nos encanta hincharnos a chuletas de lechal o, en su defecto, de una buena fideuá, para atiborrarnos de toneladas de calorías y luego desfogar allí donde se tercie. Seguro que otros de alta cuna y mayor abolengo se desviven por una cena de perifollo y porcelana a raudales, tanta, que no se vea ni la comida, para después bailar al son de unos mariachis venidos de la misma Oaxaca.
En fin, todo esto para dejarles con una novedad de esta primavera –ya saben cómo son las editoriales…- que se está haciendo de rogar (a este paso colgarán carámbanos de mis pestañas…). El amor y la amistad, de Oscar Brenifier y Jacques Després y editada por SM, no se puede decir que sea un título de sobrada genialidad, pero sí es un librillo con su aquel… Con un trabajo gráfico muy actual (apto para el gafapastismo más exigente), intenta introducir al lector en dos sentimientos básicos del ser humano…, adivinen cuáles…