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jueves, 30 de enero de 2025

¿Violencia o no violencia? That is the question


Hoy es el Día escolar de la paz y la no violencia, una jornada que, si bien parece un invento de la ONU (ya saben que son especialistas en los “días de”), lo cierto es que lleva celebrándose en los centros españoles desde 1964 (se dice pronto). En los inicios, nada tenía que ver con todas esas celebraciones gubernamentales que les gustan a los políticos salvadores, ya que fue fundado por poeta y pacifista mallorquín Llorenç Vidal, en el que se apostaba por el pacifismo dentro de las aulas, al paso que se conmemoraba la muerte de Mahatma Gandhi.
Si bien es cierto que la gran mayoría de los docentes se brindan a realizar todo tipo de actividades durante esta semana, es curioso como muy pocos nos planteamos el debate de la violencia en la escuela desde una perspectiva más reflexiva. A veces no viene mal ir contracorriente y darle una vuelta de tuerca a todas esas tendencias que asumidas desde la base, se internan en paradojas muy draconianas.


Por ejemplo, fijémonos en los libros infantiles. Los expertos llevan diciéndonos montones de años que los mejores libros para críos son aquellos llenos de subversión, esos en los que los protagonistas se pasan por el forro las normas de comportamiento instauradas por los adultos y hacen de su capa un sayo, los mismos donde abundan conflictos, peleas y todo tipo de trastadas. ¿Acaso no es un prisma bastante violento?
Lo mismo pasa con la escuela. Si nos centramos en sus orígenes griegos, lo académico se basaba en dos pilares, el físico y el intelectual, una dicotomía que se mantiene hasta nuestros días a pesar de la diversificación de lo segundo. Y ni siquiera, pues como bien saben, las clases extraescolares se fundamentan en lo gimnástico. Fútbol, baloncesto, voleibol, gimnasia rítmica o waterpolo continúan siendo importantes aunque la educación reglada. Y ahora pregunto yo: ¿qué deporte es no violento?
Sigamos buscando el significado de violencia y veamos que tiene multitud de acepciones. No solo se refiere a la brutalidad en el uso de la fuerza física, sino que también se habla del poder, de su imposición y su uso efectivo, de impetuosidad. No se equivoquen, la mayor parte de los deportes, incluso los juegos de mesa o el ajedrez, son violentos per se.
Con esto quiero decir que nuestra naturaleza es violenta. Hay violencia en la autoridad materna, en los mítines políticos, en las rebajas o en las revoluciones. La violencia nos acompaña de una forma u otra en los ámbitos diarios, incluso en la escuela. Por ello, en vez de demonizarla, quizá lo más interesante sería contextualizarla y subjetivarla con las herramientas que nos provee la razón.


Como eso es bastante difícil y cuesta encontrar ejemplos, hoy les traigo Tira y afloja, un álbum de Ilan Brehman y Guilherme Karsten publicado recientemente por Bira Biro y que ha pasado un poco de puntillas por las librerías. Además de presentarnos una historia conflictiva que ya he incluido en esta selección sobre libros bélicos, es capaz de relativizar su significando echando mano de la risa y la comedia de situación.
Todo empieza cuando dos perros y sus respectivos amos se encuentran en mitad de la calle con una ristra de chorizos. Evidentemente, los canes, que nada tienen de razonable, se lanzan sobre el embutido y comienzan la pugna por él. Como no hay ganador, poco a poco se van sumando más personajes que ayudan a cada una de las partes a estirazar del premio y lo que, en principio, era una mera disputa gastronómica se convierte en una batalla campal. ¿Quién logrará poner freno a semejante despropósito?


Mientras lo averiguan, les diré que este álbum con mucho sketch es una delicia para descubrir personajes antagónicos sacados de los cuentos tradicionales, los clásicos, el mundo del circo, el fútbol o la religión. Un elenco muy variopinto que enfrentados sin razón aparente, terminan en el suelo por culpa de dos animales que solo entienden de instintos. Una fábula muy cómica en la que caben muchas miradas, como la de Benjamin Franklin, cuyas palabras ponen el colofón a un libro apto para cualquiera.

miércoles, 22 de enero de 2025

Entre lo humano y lo desconocido


Aunque me dedico a la ciencia, siempre he convenido que la vida sigue siendo un misterio. Por muchas pruebas que recojamos para explicar la naturaleza química de nuestras células, el origen de nuestro planeta, las fuerzas que rigen el universo o los mecanismos que regulan los sistemas biológicos, siempre queda un atisbo de incertidumbre que nos lleva a preguntas difícilmente explicables. Es ahí cuando aparecen la religión y el esoterismo.


A pesar de existir diferencias entre unos y otros, todos nos llevan por el mismo camino. Desde un punto u otro, todos ellos abordan el misterio desde una posición sobrenatural. El hombre, como ser mortal, necesita explicar los fenómenos desde un prisma espiritual que puede adoptar diferentes formas. Los religiosos tienden hacia el humanismo, mientras que otros prefieren una postura mucho más esotérica y ancestral. Ritos, magia y todo tipo de correspondencias se van asumiendo instintivamente para buscar respuestas que trascienden al conocimiento humano.
Y así hemos ido llenando de leyendas, milagros y experiencias sobrehumanas nuestro pensamiento y hacer más asimilables esos interrogantes que nos aturden de vez en cuando. Ahí llega la mística (¿adivinan su etimología?), que, englobando a unos y otros, nos embebe en lo desconocido y afirma que todavía se nos escapa algo por muchos avances tecnológicos y científicos que se sucedan.


Sí, hoy me he puesto un tanto enigmático, pero para que no permanezcan ajenos a estos pensamientos que me asaltan y entren en calor, aquí les traigo Los misterios, el álbum de Bill Watterson y John Kascht que tanta controversia suscitó en el mercado anglosajón y que ha sido publicado en nuestro país por Océano Travesía.
La historia es breve y concisa. Un reino sin nombre está atestado de los llamados misterios, una suerte de amenazas inquietantes que acechan a los habitantes desde un bosque tenebroso. Nadie las ha visto, pero todos las temen. Hasta que un día logran capturar uno de esos misterios y sus miedos infundados se disipan rápidamente. De repente, todo cambia y la gente comienza a hacer de su capa un sayo, cambiando todo el reino, hasta que un día…


Antes de nada, hay que advertir a los fans de Calvin y Hobbes: no esperen una historia divertida ni colorista, pues en esta hay mucha seriedad y demasiados grises. Ya sé que el creador de una de las tiras cómicas más exitosas podría habernos regalado otro tipo de historia después de haber estado casi treinta años apartado del mundo editorial (recuerden que se retiró en 1995 a los 38 años), pero si su vuelta a los ruedos ha sido esta, por algo será… Diseccionemos…


a) Los autores han elegido el blanco y negro para unas ilustraciones ciertamente extrañas que recuerdan a fotografías de dioramas, esculturas de arcilla o composiciones digitales. Están tan bien procesadas que recuerdan a los universos de Suzy Lee o Heena Baek.
b) La atmósfera de las imágenes resulta un tanto turbadora y misteriosa, sobre todo por el uso del blanco y negro, los elementos desdibujados, los detalles surrealistas, su significado un tanto críptico y una óptica donde los planos generales y los primeros planos ayudan al contraste. Hay mucho de Chris Van Allsburg y Shaun Tan en este libro.


c) Aunque la estética parece recordar a la época medieval, los contrastes visuales que abundan hacia la segunda parte de la historia nos hablan de cierta atemporalidad. Si a eso unimos un mensaje aleccionador donde la ignorancia, la tecnocracia y la soberbia humana se unen de la mano, podríamos calificarla como fábula o parábola.
d) Por último, hay que acercarse al texto, un tanto tortuoso y retorcido (quizá debido a la traducción…) que, recordando a las lenguas antiguas, suena a modo de sermón y letanía. Es curioso cómo pueden fundirse el ecologismo o el humanismo en un álbum ilustrado, al mismo tiempo que ahonda en la redención individual o colectiva.


Les guste o no, este libro bien merece una lectura, no solo por sí mismo, sino por el contexto que lo rodea: la historia de un hombre que sobrepasado por la industria, decidió vivir su éxito como un retiro espiritual en el que reflexionar sobre los misterios que rodean al ser humano y su propia naturaleza. Total na’.

lunes, 20 de enero de 2025

Copia que te copia


Últimamente me he aficionado a preguntarle a mis alumnos (sobre todo ellas) qué novelas están devorando. De tanto en cuento acudo a las librerías y ojeo los títulos. Mucho amor, bastante drama, humor blanco y todo muy políticamente correcto. Parecen calcos unas y otras. Lo único que cambia es el contexto y cuatro elementos lingüísticos. Leída una, leídas todas.
Lo más curioso de todo es que no se cansan de leer una y otra vez lo mismo. Quizá tenga que ver con esa tendencia tan pueril de la insistencia y la recreación, quizá sea un trastorno obsesivo compulsivo. O puede que todas esas copias estén tan logradas que logran encandilar a cualquiera.


A lo largo de la historia no han sido pocos los que han copiado. De hecho, el mundo de las ideas está lleno de copias. Tanto es así, que se piensa que solo unos pocos han sido verdaderamente originales. El resto solo han ido mejorando poco a poco lo que otros inventaron previamente.
Si bien es cierto que la copia mal entendida es un lastre para cualquier oficio, copiar tiene un lado muy positivo. De hecho, los que nos dedicamos a esto de la didáctica, creemos que es un ejercicio inmejorable, pues el que aprende se fija en los detalles, entiende el proceso creativo y afronta los problemas mucho mejor. Del mismo modo, ayuda a mantener nuestro patrimonio tanto científico, como humanístico.
Si nadie hubiese copiado los pergaminos y códices de la Antigüedad, ahora no tendríamos ciertas obras disponibles. Si los artistas no pudieran ir a los grandes museos a copiar a los grandes maestros, las jóvenes promesas no aprenderían las técnicas más refinadas y serían incapaces de utilizarlas en sus propias obras.


Quizá eso es lo que nos plantea Guridi en La copia, su último libro. Publicado por la editorial almeriense Libre Albedrío, este álbum de formato vertical en el que Guridi se divierte de lo lindo, no solo con la geometría y los guiños que construye a base de ejes de simetría y detalles mínimos, sino con ese juego en el que los espectadores se sumergen para buscar las diferencias entre unas ilustraciones que parecen haber sido duplicadas digitalmente, ¿o no? No subestimen la capacidad de los artistas para duplicar con exactitud. Todos han copiado mucho…


Del mismo modo, el texto se fragmenta a cada golpe de página y echa mano de las repeticiones para crear un efecto del eco muy acertado que resuena en unos lectores que entienden lo que quieren. Del mismo modo, si leemos las páginas izquierdas por un lado, y las derechas por otro, se abren dos nuevas historias, porque las copias, por muy copias que sean, también tienen su propia historia.


Aguadas negras, pupilas que se mueven, siluetas que se superponen y formas angulosas que contrastan sobre fondos circulares construyen una fábula, tan surrealista como inquietante que nos invita a pensar sobre el fenómeno de la repetitividad desde diferentes puntos de vista.

jueves, 16 de enero de 2025

Álbumes reflexivos


Alucino con la cantidad de personas que, parece ser, han descubierto la pólvora en los últimos años. Lo que más me sorprende es su necesidad de comunicárselo a los demás. Será que como un servidor se dedica profesionalmente a esto del aleccionamiento, cala pronto a quienes sienten una atracción desmedida por explicar al mundo sus vivencias.
Pero lo peor de todo ha llegado con esa tendencia de publicar esas vidas ejemplares. No teníamos bastante con las sobremesas en las que cuñados, místicos y enteraos se procuraban una atención desmedida, que ahora publican libros y dejan constancia documental de sus miserias.


Solo tienen que echarle el ojo a las páginas de los periódicos locales… De tanto en cuanto entrevistan al personaje de turno que ha escrito un libro para exorcizar su particular infierno con los malos tratos, la cocaína, el alcohol, el cáncer, la adopción subrogada o la crianza. Toda una serie de avatares que, según ellos, nos pueden servir para hacer frente a los nuestros o, según se mire, cortarnos las venas.
Que yo esté a favor de la pluralidad, no significa que cualquier testimonio tenga calidad literaria. Sea ficción o no ficción, lo que se publica debe estar escrito con una miaja de mínimo gusto. Luego vienen la maquetación, la impresión, la ortotipografía, la encuadernación y el papel, pues también debo señalar a todas esas editoriales que han aparecido de unos años a esta parte y buscan sacarles los cuartos a todos estos incautos con la coedición de sus penurias y recetas de autoayuda.


Como la LIJ no es un género aislado, se agradece encontrar de vez en cuando libros reflexivos que tengan un mínimo de elegancia. Este es el caso de los tres títulos que saco hoy a la palestra para que algunos tomen nota si tienen intención de regalarnos sus reflexiones. No solo basta con abrirse en canal y deshacerse en intensidad, sino encontrar un equilibrio entre la víscera y la estética.


Allá donde vayas, mi amor irá contigo es el libro de Birgitta Sif con el que damos el pistoletazo de salida a este pequeño monográfico. Editado por Andana, este álbum narrativo con más de cien páginas se divide en ocho pequeñas reflexiones que, a modo de fábulas ilustradas, nos acerca visiones personales sobre la vida que su autora ha querido regalar a sus dos hijas y de paso a todos los lectores que se acerquen a él.


Reflexiones sobre la esperanza, la amistad, los sueños o la valentía llenos de metáforas visuales en las que el protagonista encuentra nuevas oportunidades tras el derrumbe de la torre que ha construido previamente o que no es necesario ser bueno en todo, solamente hay que encontrar la magia del comienzo y dejarse llevar.


Si bien es cierto que la autora se desliga de su estilo más reconocible, en este libro se deja llevar por la frescura en la que se entremezclan las pinceladas rápidas y los tonos pastel. Un libro poético con el que muchos lectores pueden establecer numerosos paralelismos a partir de su propia experiencia. Cabe destacar que este libro representa una suerte de legado vital que la autora entrega a sus hijas y a todo aquel que lo reciba independientemente del género o la edad.


El segundo es Diario de una mamá, un libro de Eunyoung Seo publicado por Tutifruti. Con el subtítulo de Reflexiones sobre el amor, la crianza y la vida, la autora coreana se confiesa y comparte los pensamientos que la abordaron al ser madre por primera vez. Si bien es cierto que muchos de estos son entrañables, otros son extrañamente confusos, incluso algo turbadores, una sensación algo suavizada por unas ilustraciones ciertamente encantadoras.


Elaboradas con técnicas tradicionales y protagonizadas por una familia de gatos antropomorfos, hay escenas familiares de todo tipo. Evocador y simpático, esta personal creación que aglutina marinas, una Alicia en el país de las maravillas, dos cuadros de Vermeer y muchas metáforas hipnóticas, no le falta de nada.


Cinco capítulos bien armados en los que podemos leer no solo reflexiones, sino una serie de misivas dirigidas a su hijo. Aunque podríamos hablar de un cuaderno de notas personal, lejos de resultar incómodo eso de infiltrarse en la vida privada de la autora, este libro permite desligarse de esa denominación y tomar cierta distancia de elementos que a más de un progenitor le resultarían vergonzantes.


Como en el caso anterior, encontramos mucha intimidad y un lenguaje poético que, lejos de concretar nada (he aquí esa vis oriental tan etérea), se vierte en un lector que puede encontrar un significado propio, algo que lo ensalza como un gran regalo en el día de la madre.


Por último, tenemos Volver a empezar, un nuevo álbum de Oliver Jeffers que acaba de publicar Andana, la que se ha convertido en su editorial de cabecera en nuestro país. Según cuenta esta estrella de la LIJ, la idea de este libro surgió tras Estamos aquí, un libro similar, pero con una línea más infantil. La necesidad de lograr una perspectiva más amplia de la experiencia humana, lo llevó a girar sobre un argumento un tanto complejo. De ahí que este extenso álbum sea ciertamente inclasificable.


Para darle forma a este libro, Jeffers se dedicó a observar los pormenores del comportamiento humano refiriéndose en ocasiones al contexto histórico. Desde la adquisición del lenguaje y la escritura, hasta las grandes guerras que han comprometido nuestra razón, el autor construye un canto a la esperanza donde la división y el poder no tienen cabida.


Ilustraciones secuenciadas que recuerdan al cómic, composiciones que abordan el formato horizontal estupendamente y una gama de colores que abarca el magenta, el violeta y el azul ultramar, se van desplegando a un ritmo muy estudiado que, con muchos bodegones y metáforas varias, nos invita a descubrir un parte de nuestra naturaleza sin acusarnos individualmente, aunque a veces suene algo aleccionador.

lunes, 6 de enero de 2025

Regalos de ¿reyes?


Mientras todo quisqui abre sus regalos al calor del roscón, yo me levanto como cualquier otra mañana, levanto la persiana y dejo que el sol ilumine mi cara. No hay nadie en el parque. Qué raro… Hace no tanto, el Día de Reyes, las plazas y jardines se llenaban de críos dándole patadas a balones relucientes, montando bicis nuevas o jugando con cualquier otro artilugio. Y tampoco llueve ni hace demasiado frío… ¿Me habré equivocado de hoja del calendario?


Como ya he apuntado en otras ocasiones, el nuevo modus vivendi está modificando nuestro día a día a pasos agigantados, más todavía en una infancia ñoña y desinfantilizada (¡Menuda paradoja!) en la que la superabundancia resta importancia a lo que se supone deberían ser enormes sorpresas llenas de ilusión.
Muchos hijos, nietos y sobrinos únicos en los que volcar nuestras cuentas corrientes llenan sus habitaciones de todo tipo de objetos mientras les hacemos prescindir de tiempo de calidad. Es curiosa la forma que tenemos de redimir nuestros pecados en este siglo de nula religiosidad.
Al final, cualquier chiquillo tiene llena la habitación de coches teledirigidos, muñecas autómatas, drones, patinetes eléctricos, videoconsolas y tablets. Una vacía felicidad que solo entiende de frustraciones paternas (las infantiles y las adultas), caprichos sin sentido e inercias sociales que abocan al sinsentido del agasajo. Quizá sea lo lógico en un país como este donde la pobreza intelectual campa a sus anchas y las nuevas clases medias se aferran a las tradiciones para justificar sus actos... El mundo al revés...


Conmigo que no cuenten. En mi casa no se solía celebrar la Epifanía. Nunca he recibido montones de obsequios siendo un niño. Tampoco me han hecho falta. He aprendido a conformarme con lo que tenía, incluso lo agradezco sobremanera, pues he aprendido a prescindir de lo material, sobre todo de lo innecesario.
Incluso, esas limitaciones, a mis taytantos, son un acicate para las casualidades y transforman lo cotidiano en una verdadera sorpresa. Véase como ejemplo el libro de hoy, uno que me he encontrado en la feria del libro antiguo y ocasión, el único regalo que he recibido aunque me lo haya hecho yo mismo.


El viaje de Lisa, un álbum de Paul Maar y mi admiradísimo Kestutis Kasparavicius, publicado por Fondo de Cultura Económica, es una oda a la imaginación (como muchos otros libros de este tándem de autores) desde que su protagonista se mete en la cama hasta que se despierta a la mañana siguiente. Es así como visita la Tierra de los Círculos, el País de las Mil Esquinas o el País del Color Rojo. Todos ellos son lugares la mar de curiosos en los que desgraciadamente no es bienvenida, por lo que siempre encuentra la forma de escaparse.


Si bien es cierto que la estética es similar a otros álbumes del lituano como El país de Jauja o Huevos de Pascua, en esta historia, los autores hacen un guiño a la línea argumental de Alicia en el país de las maravillas, una niña que se va topando con lugares y sociedades muy particulares y un tanto ininteligibles donde no tiene cabida.


Del mismo modo, Maar y Kasparavicius unen su pluma y pinceles para generar escenas surrealistas donde las formas, los colores y la perspectiva, elementos muy comunes en ciertas etapas del aprendizaje infantil, generan situaciones caóticas en las que el espectador se sumerge y disfruta de los conceptos. Del mismo modo, juegan con esa dicotomía realidad-imaginación que tanto me gusta a base de los detalles un tanto ambiguos que aparecen en la habitación de Lisa (fíjense en los cuadros, el gesto de la muñeca, la posición de sus pantuflas). ¿Todo esto habrá sucedido de verdad?

martes, 31 de diciembre de 2024

Deseos por cumplir


Termina un año y empieza otro. Se cierra un ciclo y se abre otro. Y mientras tanto, nosotros, insignificantes mortales, nos dedicamos a pedirles a los dioses montones de deseos. Llámense Alá, Shiva, Odín o Pedro Sánchez. Les rogamos, incluso suplicamos, por nosotros, pecadores. Y si vienen cargados de mucha salud, algo de trabajo, amor el justo y un pellizco de la primitiva, mejor que mejor.


No seré yo quien les quite la ilusión, pues nada tengo que hacer ante esos relatos tan bien elaborados que se han creado (y creído) a pies juntillas. No le echen la culpa a la iglesia, las madrasas o las consultas del terapeuta de turno, solamente ustedes son los responsables de tanto esoterismo, pues no hay nada como la búsqueda constante de felicidad para remover las neuronas con algún cuento chino.
Echen mano de la magia, limpien su aura, lean todos los libros de autoayuda que caigan en sus manos, mediten todo lo que puedan, prueben con las constelaciones familiares, conecten con su ángel de la guarda y vibren al son de los cuencos tibetanos. No hay nada como elevar el ánimo y canalizar nuestras fuerzas en la dirección de nuestros deseos. A veces terminan por cumplirse.


Tampoco se preocupen si todo queda en agua de borrajas. No hay necesidad de frustrarse ni flagelarse. A veces nos quedamos como estamos o incluso peor. Háganse cargo en el mismo instante que desean. Es un buen ejercicio para no volcar sus deseos incumplidos en los demás, pues los anhelos son personales e intransferibles. Tanto es así, que los deseos de unos pueden ser el castigo de otros. No se deseen por mí, se lo advierto.


Y este 31 de diciembre, mientras se llenan la boca de uvas, comen lentejas a la italiana, barren la casa o encienden una vela, también pueden leer Quince ocasiones para pedir deseos en la calle, un álbum de Nicolás Schuff y Maguma editado por Limonero con el que quiero despedir este año aciago.
Este libro, además de ser una de esas delicias gráficas a las que nos tiene acostumbrados el ilustrador madrileño, se perfila como una suerte de catálogo donde caben un sinfín de gentes, líneas argumentales y, sobre todo, deseos. Un deseo por cada doble página, diferentes personajes que se descubren a sí mismos o entre ellos, en una ciudad que no solo es el escenario para la acción, sino también el de sus deseos.


Misterioso, luminoso, divertido, ocurrente, surrealista y sensible, este álbum difícilmente clasificable, juega con nuestro subconsciente de una manera muy libertina invitándonos a descubrir lo que se pasa en esta historia llena de las asociaciones de ideas que emergen de encuentros y situaciones con los que nos encontramos a cada golpe de página.
Con muchas metáforas visuales y unas guardas peritextuales que les recomiendo revisar para no perderse ningún detalle de lo que sucede entre deseo y deseo, solo me queda pedir un deseo que me guardaré para mí (soy algo supersticioso y nunca hay que pronunciarlos en voz alta). ¡Feliz 2025!

lunes, 30 de diciembre de 2024

Los mejores álbumes ilustrados infantiles del 2024 / 2024 Best Children's Picture Books in Spain


Hoy es el penúltimo día de 2024, un año para olvidar en lo personal y lo plural. Aunque muchos piensan que mis días son una eterna fiesta eterna, les puedo asegurar que no, lo único que intento es alejarme de la tristeza con algo de movimiento. Deseando que el 2025 nos traiga cosas buenas, termino este 2024 con mi listado de los mejores libros infantiles, una selección que me da muchos quebraderos de cabeza, pero que sigo manteniendo para que sirva como faro a muchos monstruos.
Antes de empezar y como siempre, les recuerdo mis criterios de selección, algo que siempre ayuda a entender las razones de presencia/ausencia. A saber:
Leaving 2024, a year to erase from my memory. Although many people think my days are a neverending party, I truly asure the one and only thing I try to do is keeping sadness apart from my life with some hustle and bustle. While I really hope good news for 2025, here you are my "2024 Best Picturebooks". A hard decission because of two reasons: the verb “to choose” and the big amount of picture books that are out of it.
Once again, I remind you my own criteria to elaborate this list:

- Seleccionar obras editadas por primera vez en castellano durante el 2024 (Este año, por sexto año consecutivo, he decidido abrir un hueco final para las re-ediciones y nuevas ediciones de obras ya publicadas en nuestro país).
- Select works published for the first time in Spain during 2024 (I include a little space for reissues at the end).

- Seleccionar obras con aceptación entre el público infantil (¿de qué me sirve darles opciones que no les van a gustar a sus hijos, sobrinos o nietos…? Creo firmemente en las ilustraciones de calidad, en las historias hermosas, con mucho humor, poéticas, juguetonas, bien editadas… ¡Hay que ser práctico!).
- Select works with acceptance among children (I prefer giving you options that are going to like children, nephews or grandchildren -not to parents, aunts or grandparents, obviously...- I firmly believe in great illustrations, beautiful stories, humorous, meaningful and successful ones... Let’s be practical!).

- Que el listado no supere los 30 títulos (este año 29), que ya son…- (debe ser variado, pero no una amalgama en la que te vuelvas a perder).
- The list will not exceed 30 titles (It must be diverse, but not a huge mess in which you ever lose).

- Dividirlas en dos grandes categorías: “Primeros lectores” y “Lectores competentes” (ver AQUÍ el porqué).
- Divide all titles into two categories: "First Readers" and "Competent Readers" (Why? see HERE).

- Combinar títulos patrios con otros foráneos. Este año, la presencia es bastante mayor que la del año pasado. ¡Qué alegría!
- Combine Spanish authors with foreign ones. This year the percentage is higher... A piece of joy! 

- Incluir obras cuyas ilustraciones tengan un componente artístico-estético sobresaliente o cuya edición las haga destacar entre las demás (no olvidemos el valor intrínseco de la imagen, el formato y otros aparejos del objeto libro).
- Include works whose illustrations have an outstanding artistic or aesthetic component (Don’t forget the intrinsic value of the image!)

- Incluir títulos de poesía (¡la poesía al poder!), preferentemente originales en castellano.
- Include at least one Spanish poetry work. Long live Poetry!

- Si bien es cierto que este año incluyo algunos libros que se podrían considerar informativos (es lo que tienen los híbridos y los libros para prelectores y primeros lectores), les recuerdo que este tipo de libros tienen sus selecciones propias que se pueden consultar AQUÍAQUÍ y AQUÍ (informativos) y AQUÍ y AQUÍ (libros de cartón).
- Although I have included some informative picture books (non fiction) I made a selection of these before. You can see HERE HERE and HERE, informative ones, and HERE and HERE, toddler books.

- ¡Este año hay teatro en verso! ¡Hip, hip, hurra!
- This year we have a book about theater! Hip hip hoorey!

Y así llegamos hasta los, para mí, mejores álbumes para niños del 2023, algunos reseñados ya en este espacio y que enlazan con su respectiva reseña, otros por reseñar (perdónenme, pero no dispongo de tanto tiempo…) y enumerados por orden de complejidad creciente (textual y/o gráfica). Si se quedan con ganas de más selecciones de este tipo, les recomiendo que le den a ESTE ENLACE y echen un vistazo a las de años anteriores. Tampoco se olviden de echarle un ojo a nuestra cuenta de Instagram. ¡Disfrútenlos!
So here you are the best children's books of 2023 in Spain listed in order of increasing complexity (more or less). You can also see a lot of them in my profile in Instagram and all the previous selections HERE. Enjoy them!


PRIMEROS LECTORES / FIRST READERS


















































LECTORES COMPETENTES / COMPETENT READERS









































REEDICIONES