1. Hemos dejado atrás la Nochebuena.
2. La Navidad ha llegado con un Papa lisiado.
3. Cada año nos atiborramos menos de turrón y más de ácido úrico.
4. Estoy harto de tanto alcohol a propulsión.
5. Más harto si cabe de tanta gente deseosa de consumismo.
6. Echo de menos niños pidiendo el aguilando.
7. Me duelen los riñones de limpiar tanto serrín.
8. ¿Qué regalarán en los bares que a todos nos vuelven locos?
9. ¿Por qué en estas fechas nos acordamos de los que no están y nos olvidamos de los que quedan?
10. Se me olvidó la letra de ese villancico...
11. ¿Dónde habré metido el belén?
12. Paz, armonía y mucho interés.
13. ¿Solidaridad, fraternidad o caridad? Pregúntenle a mi padre: se las sabe todas.
14. ¡Qué vuelvan los besos!
15. Aviso: No contestaré ningún SMS insustancial que reciba durante estas fiestas.
Este cúmulo de circunstancias me ha obligado a tomarme unas pequeñas vacaciones hasta nuevo aviso, pero antes les dejo con uno de los mejores cuentos navideños que conozco (este año... el próximo, Dios dirá).
El regalo de los Reyes Magos, es un relato corto escrito por O. Henry, pseudónimo del estadounidense William Sydney Porter, considerado uno de los maestros del género y que sintetiza de forma magistral el espíritu de la navidad en esta historia de una pareja neoyorquina que sacrifica sus bienes más preciados para hacer feliz al otro en un tiempo de penurias económicas.
Si además lo leen en esta edición en formato álbum (editorial Cuatro Azules), quedarán deslumbrados por las ilustraciones de Lisbeth Zwerger, artista austriaca que recibió en 1990 el H. C. Andersen. Unas imágenes de colores cálidos, aguadas sutiles y composiciones estudiadas que, además de aportar movimiento y una estética muy cinematográfica, ensalzan un cuento que, como otros muchos ambientados en esta época, ahonda en la necesidad de compartir humanidad en vez de refugiarse en lo material.
Luminosa, sencilla y escueta, léanla estos días de despilfarro y excesos, que a veces lo más valioso crece en el corazón gracias a las palabras adecuadas.
¡Ah! ¡Y Feliz Navidad!