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viernes, 30 de enero de 2015

Enseñando cómo pronunciar


Aunque el calendario escolar nos haya regalado un largo fin de semana (los maestros no nos privamos de patrón…), aquí sigo con mis tareas, rebuscando entre los versos para regalar algún recurso didáctico a todos esos docentes que habitan en una cueva de monstruos como esta. La lección de hoy versa de “bes” y “uves”, una asignatura pendiente en cualquier nivel educativo (¿acabaremos pareciéndonos a los franceses?), más todavía desde que unificaron su pronunciación académica… (N.B.: Por si no lo saben, hace años tenían una fonética muy distinta, lo que facilitaba las cosas en los dictados... ¿Cuál creen que es labial y cuál labiodental?)

En mi cuaderno de rayas
no sé si larva o larba.
Alubia o aluvia. Tampoco
si violeta representa color,
flor o hermana.

Gerardo Villanueva.
¿Labial o labiodental?
En: El vuelo de Luci (cuaderno de tareas).
Ilustraciones de Ixchel Estrada.
2013. México: FCE, FLM.


miércoles, 17 de noviembre de 2010

Verdades


Con bastante frecuencia suelo preguntarme qué pensarán ustedes de mi… No puedo evitar hacerme semejantes cuestiones sobre todo cuando vierto mis descaradas palabras en este lugar un día sí y otro también… Bien saben los que me conocen -en persona- que peco de sinvergüenza, cualidad esta que me ha granjeado más de una guerra, muchas enemistades y, a lo poco, algún que otro tirón de orejas. Sé que a veces me paso de la raya, pero ¿para qué sino creé en su día este blog?... Ya andaba harto de cebarme a todas horas con los mismos cafres, así que, por su bien y por el mío, tomé la sana decisión de vomitarle al mundo toda la mierda que voy aprendiendo a guardarme… Lo sé, es algo que no es de recibo… Como dice aquel, más se saca lamiendo que mordiendo…, comportarse de manera sibilina es buena decisión, inscribirse en ese nuevo partido político llamado “mamoneo” facilita mucho la vida, al igual que cambiarse de chaqueta a cada hora y jugar con todos y con ninguno... Denoto por su sonrisa que saben la lección: a veces es mejor callar que decir la verdad.
En muchas ocasiones he pensado en dedicarme a reseñar libros sin ton ni son: escribir el título, resumir el argumento y decir si me gusta o no, todo ello aderezado con una bonita foto de la portada, dejando a un lado todas estas pamplinas que sobre política, lengua, literatura, ciencia, religión, filosofía y biblioteconomía baratas les lanzo como dardos en cada noticia…, pero la verdad es que me gusta lanzar mamporros a diestro y siniestro y reírme un poco del mundo a pesar de que, en un momento u otro eso que pregona mi señora abuela a todas horas tenga lugar: que quien dice la verdad se queda sin ella.
Así que, haciendo gala de verdades que duelen, verdades a medias, verdades como templos y diminutas verdades, les dejo con Toda la verdad, un libro cojonudo y graciosísimo (tanto para niños, como para mayores) de Monique Zepeda e Ixchel Estrada editado por Oceáno-Travesía, que nos invita a discurrir sobre otro eterno dilema: ¿sinceridad, silencio o mentira?