Decimos adiós a un enero que se ha hecho demasiado cuesta
arriba. No sé qué ha pasado, pero muchos coincidimos en la misma impresión. Por
Gloria, porque no tenemos ni un duro o porque todo se está saliendo de madre
(cada vez entiendo menos a esta España cainita y miserable).
El caso es que ha costado terminar el mes. Incluso mis
alumnos, cuyas preocupaciones son de otra índole, estaban hasta las narices. Que
si exámenes, que si mire usted, o que la evaluación está a la vuelta de la
esquina. Ni ellos ni yo sabemos quiénes han decidido jodernos de tal manera,
pero el caso es que no se me ocurre mejor forma de sintetizar sus intereses y los
míos que escalar peldaño a peldaño en los versos de Unamuno, el grande.
Ay primera escalerita
de olvidar lo que hay que sé,
tras de ti vienen los grillos
que nos atan al saber,
y la hoz tras de los grillos,
que ciega ciencia a cercén.
¡Ay terrible abecedario!
¡Ay potro de la niñez!,
en el zigzag de la zeda,
rayo de raya al través,
se acabó su santo oficio
y con ella el abecé.
Miguel de Unamuno
A.B.C.
Ilustraciones de Artur
Heras.
2009. Vigo: Kalandraka.