viernes, 3 de marzo de 2017

Pedaleando entre almendros en flor


Aunque las bicicletas son para el verano parece que estos días pre-primaverales están animando a más de uno a acomodarse sobre el sillín (¡Mira que cuesta adaptar el culo a esta horma!) y empezar a pedalear. Pero ¡cuidado!, que todavía se puede encapotar el cielo y mojarnos en mitad del paseo entre los almendros en flor... No hay prisa, ya llegará el verano y silbaremos a la luz de las estrellas las canciones del ayer.

La bici sigue la cleta
por un ave siempre nida
y la trom suena su peta...
¡Qué canción tan perseguida!

El ferro sigue el carril
por el alti casi plano,
como el pere sigue al jil
y el otoño a su verano.

Detrás del hori va el zonte,
detrás del ele va el fante,
corren juntos por el monte
y a veces más adelante.

Allá se va el corazón
en aero plano plano
y con él va la canción
escrita en caste muy llano.
Eduardo Polo.
La bicicleta.
En: Chamario.
Ilustraciones de Arnal Ballester.
Prefacio de Eugenio Montejo.
2004. Ekaré: Caracas.


1 comentario:

Susana Encinas dijo...

Qué suerte descubrir estos poemarios! Gracias