lunes, 4 de julio de 2022

¡Feliz verano!


Ha sido un curso muy intenso. El nuevo centro, la escuela de idiomas, toda una suerte de casualidades, el dichoso virus, los conflictos bélicos, cuestiones sanitarias, problemas personales, sorpresas ingratas y la inflación. Hemos tenido de todo.
A pijo sacado y contra el viento he logrado sacar adelante este sitio. Aunque con un ritmo menor del que me gustaría, he podido hacerles el seguimiento de los libros más interesantes (a mi juicio) del panorama infantil y juvenil, algo que, espero, les haya sido de utilidad. Aunque tenía intención de hacerles unas cuantas sugerencias de narrativa o libros de actividades, no doy más de sí y los tendremos que aparcar, pues una vez más cierro este espacio para dar rienda suelta al ocio y la distensión abdominal (ya está bien de apretarse el cinturón).


No crean que me voy a ir muy lejos teniendo en cuenta como está el percal (ya he disfrutado de mi dosis de viajes internacionales) y he decidido sacarle el provecho a este país que tanto quiero a pesar de su clase política, una lacra que debemos erradicar dejando de votar y reformando la ley electoral de una maldita vez.
Asturias, Galicia, Mallorca o la costa alicantina son algunos de los destinos que tengo en mente. Si pululan por ahí, quizá nos veremos. Si no, siempre nos quedará este lugar.


Hasta nuevo aviso, les dejo con las imágenes de La playa de Ximo Abadía y Zahorí Books, uno de esos libros de no ficción que bucea por la costa desde una perspectiva un tanto humorística y el estilo tan característico de este autor.
¡Que tengan un muy feliz verano!


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