lunes, 22 de febrero de 2010

Segundo aniversario de este blog (o lo que ofrece la vida)



No es poca cosa eso de cumplir años, sobre todo cuando estos no se te incrustan en el organismo a modo de lapas y puedes moverte libremente sin las preocupaciones que dan el deterioro y la enfermedad. El caso es que hoy celebramos el segundo aniversario de este trocito de espacio que les otorgué en su día a los monstruos. A los monstruos como tú y como yo que vivimos encantados por esa magia que tienen los libros infantiles. En un principio pensé que sería uno más de mi larga lista de caprichos con principio desenfrenado y final despreocupado, pero una vez cumplido el par de años en esta empresa, apuesto por definirla como una realidad constante.
Y como no, además de dos velas sobre la tarta, también he de coronarla con una guinda: ¡qué mejor que un libro!... Y en honor a ese, el culpable de todo este embrollo, a quién robé el nombre de este lugar, el título elegido es Dídola, pídola, pon o La vida debe ofrecer algo más, del genial Maurice Sendak (editorial Kalandraka).



Este quizá es uno de esos libros "poco populares" (entrecomillo porque no es del todo cierto) de Sendak, sobre todo porque es un libro en blanco y negro que no llama tanto la atención como sus álbumes coloristas, lo que no quita para que sea un álbum complejo, como todo a lo que nos acostumbra este autor, y que quizá, es el que más fácilmente se puede trasladar al universo adolescente y adulto.
La obra está protagonizada por Jennie, la perra de raza Shealyham-Terrier que acompañó a Sendak hasta el año en el que se publicó esta historia (1967), un tributo en vida hacia una compañera que no sólo apareció en este libro, sino en otros anteriores como La ventana de Kenny, El letrero secreto de Rosie, Donde viven los monstruos y el descatalogado Héctor Protector y Cuando yo iba por el mar.



Como cualquier obra de Sendak, las andanzas de Jennie, entre tanta rima facilota y tanto animalito suelto, pueden parecer estúpidas e insulsas (así piensan la mayoría de los adultos que no han cogido jamás un libro infantil entre sus manos). Lo jodido viene luego, cuando yo afirmo categóricamente que se trata de una gran oda al inconformismo.
Veamos: la perrita Jennie encarna a la típica niña pija que está más que harta de vivir una vida sin fuste y repleta de comodidades, que pasa sus horas preguntándose si merece la pena una existencia tan estática. Al final, como si de una Paris Hilton más se tratase, decide largarse y comprobar que el mundo tiene algo más que ofrecer: aventuras a raudales, sinsabores de todas clases y vértigo, ese vértigo que le da valor al correr de las agujas del reloj (N.B.: Me encantan las palabras que terminan en “j”, ¿a ustedes no?).
Resumiendo: que tanto la Jennie, como la Fani, la Sarai, el Cristofer, la Janira y el Yonatan, necesitan comprobar por sí mismos que el mundo, cuando abre sus puertas de par en par, puede parecer enorme, complejo e incluso paradójico, pero jamás defrauda.



Técnicamente la obra parece más que pensada... Si nos fijamos en el texto -el más extenso de todos los compuestos por el genio Sendak-, se basa en las rimas infantiles de Samuel Taylor Goodrich, y tambien otras ya clásicas como las de Mother Goose, muy típicas en la tradición literaria infantil anglosajona. ´Al mismo tiempo se podría decir que hay mucho de coral en una historia donde se despliegan numerosos personajes "secundarios" que aunque parecen despistar, tienen mucho que decir, sobre todo por ese supuesto caos paradójico que es el mundo, con orden y equilibrio a partes iguales.



La estructura de las ilustraciones, bebe mucho de la secuenciación cinematográfica, más todavía referidas a la comedia muda de la primera mitad del siglo XX que hace gala de lo paródico y lo absurdo, algo que se puede apreciar en las páginas donde se desarrolla la obra de teatro que, con un parco guión y tosca acción, nos hacen esbozar una sonrisa.



Si a esto unimos la elección de la técnica de la plumilla (en este caso blanco y negro), una que vuelve poner en contacto una vez más a Maurice Sendak con los prerrafaelitas, y los guiños a obras de artistas clásicos como Da Vinci (¿Se han fijado en esa Mona Lisa que sonrie detrás de Jeannie? ¿Intentará decirnos algo sobre la fama? ¿Sobre sus mieles y corruptelas?) o a los bosques de los grandes pintores flamencos, tenemos notas de estilo que amplían el enriquecedor universo artístico de Sendak.



Para terminar esta perorata y animándoles a disfrutar del cortometraje que Spike Honze realizó de este libro (lo tienen a continuación), un último apunte…: Como la protagonista de esta historia, nunca imaginé la cantidad de personas que iba a conocer gracias a los libros que enhebran la pantalla de este ordenador. Por ello, reconociendo mi sorpresa por tener tantos y tan buenos lectores, a todos vosotros, gracias.



8 comentarios:

Mónica dijo...

¡¡Muchas felicidades, Román!! y gracias por compartir interesantes y bonitos en estos dos años de blog :D un abrazo

Daniela Carolina Cañete dijo...

Román felicitaciones por este 2º cumpleblog! lo sigo ya hace tiempo y es muy interesante, continuá por favor...saludos desde BS.AS.

Evaristo dijo...

¡Feliz aniversario!
Has despertado mi curiosidad. Otra vez.

He encontrado algunas:
almofrej m. funda en que se llevaba la cama de camino

Un saludo

Anónimo dijo...

Muchas Felicidades.

Anónimo dijo...

Y que sigas mucho más. Siempre pienso escribirte algún comentario, preguntarte por este u otro libro, pero aunque nunca lo hago, te sigo.Además de vez en cuando has sido el culpable de que me gaste más de lo que pensaba en librso.Bs.Encarnita

miriabad dijo...

¡Felicidades! Y gracias por tu generosidad y entrega en este blog. ¡Te seguimos! Saluditos, Miriam

Darabuc dijo...

Felicidades para ti, Román, por el aniversario, y para nosotros, porque hayas hecho esa apuesta.

amparo dijo...

Me reafirmo en lo que siempre te digo:¡tú lo que eres es... un poeta! Y QUE CUMPLAS MUCHOS MÁS.Amparo