lunes, 25 de octubre de 2021

¡A ejercitar la creatividad!


Últimamente me he alejado de cuestiones superfluas y dedico el poco tiempo libre que tengo a cultivar neuronas en campos que tenía abandonados. Véanse como ejemplo el arte contemporáneo o la literatura de ciencia-ficción, dos parcelas que me han dirigido hacia el universo creativo, uno que, a pesar de sostener la mayor parte de las disciplinas artísticas y científicas, alimentamos muy poco.
¿La creatividad se hace o te nace? ¿Todos somos creativos o sólo unos pocos pueden tener ideas? ¿Hay ideas más importantes que otras? ¿A qué responde el acto creativo? ¿Se puede desarrollar la creatividad? Montones de preguntas que mucha gente se hace todos los días, pero que muy pocos se preocupan en responder.
Como tengo mucho que corregir, me decanto por responder a la última de ellas con unas cuantas técnicas para desarrollar la creatividad que aprendí hace unos años en un cursos on-line gratuitos que ofrecía cierta universidad mexicana y que resulto ser muy productivo. Aunque no lo crean, la creatividad es un trabajo que necesita tiempo y concentración. Nada fluye por sí sólo. Hay que ejercitarla y dejarse de pamplinas esotéricas y demás entelequias mágicas.


La creatividad hay que cultivarla todos los días. Se pueden inventar nuevas palabras que deriven de otras ya existentes o componerlas utilizando un par de vocablos. Desarrollar ejercicios de este tipo establece agilidad mental y conecta el área lingüística del cerebro con las imaginativas de manera que facilita mucho la búsqueda de nuevas ideas.


Establecer relaciones entre conceptos que nada tengan que ver (esto del sinsentido a veces tiene mucho de lógico). Cojan un diccionario y elijan una buena tanda de sustantivos, adjetivos y verbos al azar, introdúzcanlos en un recipiente y vayan extrayéndolos formando parejas o tríos. Busquen una relación entre ellos y dejen que su creatividad vaya ampliándose poco a poco.


Seguro que muchas veces tienen una idea pero no saben cómo armarla. Tomen un folio en blanco y escriban sobre él las palabras y conceptos clave de su idea de manera desordenada y espaciada. Trate después de establecer relaciones entre ellos ayudándose de símbolos y conectores que le aporten coherencia y cohesión. Si no lo consigue, vuelva a realizar la operación nuevamente con otro tema. Buscar una lógica narrativa ayuda a implementar conexiones emergentes que otrora parecerían imposibles.


La última que les recomiendo es pedir sugerencias a los niños. Por un lado su imaginación se encuentra menos encorsetada socialmente y por otro adoptan el juego como forma de aprendizaje. Muchos inventores tienen mucho que agradecerles a sus churumbeles.


Y si todos estos consejos les han parecido pocos a la hora de desarrollar su creatividad, hoy les dejo con Encuentra tu creatividad, un libro escrito por Aaron Rosen y Riley Watts, ilustrado por Marika Maijala y editado en nuestro país por CocoBooks. Híbrido de libro informativo y álbum de ficción, tiene mucho que decirnos sobre la creatividad. 
Más cotidianas de lo que nos pensamos, las ideas se esconden tras un ritmo desconocido, debajo de esa manta con la que te abrigas, en esa receta que nadie ha cocinado todavía. La creatividad tiene mucho que ver con el día a día, con las soluciones de los problemas cotidianos y sobre todo con dejarse llevar. ¡Prueba y verás!

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