Es una verdadera lástima empezar este curso con tan pocas ganas, pero como sé de su comprensión, me disculparán con toda seguridad… No se apenen, que tamaño cansancio tiene su origen en un derroche de energía ilimitado.
Aunque vendrán tiempos mejores, le digo adiós al verano con una pérdida de fuelle paulatina: tanto trajín estival, en vez de terminar con la reserva de grasa que tenía en el abdomen (¡malditas seáis, cervezas!), ha provocado cierta somnolencia cerebral, lo que se traduce en perrear sin límites al amago de una sombra bienhallada. El caso es que les podría contar todo tipo de triquiñuelas, pero es mejor narrárselas paso a paso, no sea que sufran un vahído y necesiten asistencia sanitaria.
Por lo pronto les tengo que informar de que soy un recién estrenado funcionario en prácticas. Den crédito a sus ojos y mis palabras: sí, el nene se ha “colocao”. Nadie dijo que fuese fácil, tampoco difícil, pero todos sabemos que, hasta que llega la hora de hacerse con una plaza en la Administración, el periplo es un auténtico coñazo. De ahí parte de mi alegría, como comprenderán…
Les he de confesar que el éxito no se me ha subido a la pituitaria y sigo siendo el mismo mentecato que se pirra por una tarde en la playa acompañada de buena juerga. Entiéndanme, no está la vida ni la cuenta corriente para menospreciar un trabajo fijo, pero tampoco hay que basar nuestra efímera existencia en esos logros que el universo adulto nos va marcando, porque entonces, poquito a poco, nos iremos contaminando y quedaremos abandonados, marchitos y perdiendo esa frescura que algunos llamamos “felicidad”.
Y haciendo un poco de memoria en los estantes, me he encontrado el ¿Qué es un niño? de Beatrice Alemagna. Publicado por SM hace años y ahora recuperado por Eccomi, es un libro en el que todos nos deberíamos detener alguna vez en la vida, pues con mucha hondura, se interna en ese ecosistema infantil que, alejándose de lo pueril, explora lo universal.
Ejemplos, anécdotas e impresiones que se devanan para defender la infancia como patria común de todos los mortales (Rilke o Delibes dixit) y de paso ponen en tela de juicio el ámbito de la madurez (no todos se vuelven tan sensatos y juiciosos conforme cumplen años).
La artista italiana afincada en Francia, nos presenta un recorrido por lo que, a su juicio, son los devaneos, alegrías, pensamientos y miserias que asaltan a los chiquillos. Acompañados por diecisiete criaturas, esta carta abierta sobre la niñez nos habla de gente que duerme, gente que se alimenta, gente que ríe y gente que llora en cada doble página. Al fin y al cabo, los niños son gente como tú y como yo (¿Acaso todos no hemos sido críos alguna vez?).
Una sabrosa piruleta, la nieve que cae, miradas cómplices hacia los adultos... Es curioso como esta serie de retratos elaborados con una técnica que recuerda a la de Wolf Erlbruch, juega con nuestro subconsciente a modo de álbum de recuerdos, una especie de catálogo que funciona como espejo y ventana. Vemos la infancia a través de nosotros mismos, pero también desde una perspectiva ajena. Sorpresa, alegría, tristeza, sosiego, disfrute... Todo se convierte en una respuesta a la pregunta que da el pistoletazo de salida que se articula un diálogo interior y va saltando de un concepto a otro, al tiempo que cierra ese círculo narrativo: los niños son personas.
Léelo, sigue esa guirnalda que construye la Alemagna en las guardas, empieza a descubrir a todos esos niños y termina por ti.
4 comentarios:
¡Hola Roman! Feliz rentrée. Con tu blog activo ahora si que volvemos a la normalidad.Enhorabuena por tu "funcionalidad". A nosostras no nos ha pillado por sorpresa, porque sabemos que nene, "tu vales mucho". Un abrazo.Luz
Deseandico estábamos de saber de ti... es la primera vez en muchos años que no te encuentro en la Feria y eso que era la del III centenario. Yo hasta el IV no aguanto, espero verte antes y ¡a currar! El 29 de Septiembre recuerda que tenemos una Huelga General, no hay mejor forma que empezar como funcionario en prácticas de Huelga. Besos, Amparo
Feliz regreso al mundo virtual.
¡Suerte en el curso que comienza!
'Bienesperado','bienrecibido' y bienvenido de nuevo. Felicidades por el curro. Saluditos, Miriam
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