Si todavía no lo he comentado, les diré que soy un ser invernal. No sé por qué, pero teniendo en cuenta que el frío, bajo un gorro, la bufanda y un buen abrigo es sufrible y que, para hacerle frente al calor, la piel pone el último límite, sin lugar a dudas, prefiero un invierno a punto de congelación que un estío de lo más caluroso… Y para celebrar los carámbanos, el hielo, la nieve y otros fenómenos meteorológicos relacionados con esta estación del año, aquí les dejo con unas rimas….
Dijo un petirrojo: la primavera nunca llegará,
más nidos no he de construir.
Dijo un rosal: Tanta helada me destruirá,
mi savia no me ha de volver a nutrir.
La Media Luna dijo: La noche es algo tan largo, lento,
que no quiero crecer ni menguar.
El Océano dijo: Hace mucho que estoy sediento
pues los ríos de la tierra son un erial.
Pero vino la primavera y construyó el petirrojo,
y en su garganta vibró un canto de amor.
Se marchó la escarcha, y el color rojo
vistió la savia de tallo, hoja y flor.
Brilló la Luna. El océano el sol bebió,
y si su azul rizó, su sed nunca apagó.
Christina Rossetti
Un soneto invernal.
En: Harold Bloom.
Relatos y poemas para niños extremadamente inteligentes de todas las edades.
Un soneto invernal.
En: Harold Bloom.
Relatos y poemas para niños extremadamente inteligentes de todas las edades.
2003. Barcelona: Anagrama.
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