Bien pensado, quedan pocos días para que arribe el verano a estas latitudes… Aunque la mayoría anhelemos el sol del estío, nos veremos obligados a agradecer las frescas mañanas de primavera en vez de esas tardes de calma abrasadora en las que sólo late la chicharra y algún extraviado que busca la sombra. Nos queda el consuelo de la siesta, una buena excusa para trasnochar al abrigo de los grillos.
Solo el silencio
dentro del patio.
Quema la tarde.
Callan los pájaros.
Un gato negro
y un gato blanco
bajo la acacia
duermen tumbados.
Y el sol que juega
cerca del árbol
borda la sombra
de los dos gatos.
dentro del patio.
Quema la tarde.
Callan los pájaros.
Un gato negro
y un gato blanco
bajo la acacia
duermen tumbados.
Y el sol que juega
cerca del árbol
borda la sombra
de los dos gatos.
Ana María Romero Yebra.
Siesta.
En: Letras para armar poemas. Antología de poesía.
Selección de Ana Pelegrín
Siesta.
En: Letras para armar poemas. Antología de poesía.
Selección de Ana Pelegrín
2000. Madrid: Alfaguara.
3 comentarios:
¡que alegria encontrar tu blog! Leí ayer tu artículo en CLIJ y me gustó especialmente. Buscando otras cosas escritas por tí he encontrado este espacio. También soy de la enseñanza, orientadora especializada en alumnos sordos, forofa de la literatura IJ y últimamente adicta a algunos blog como por ejemplo "Discreto lector". Espero disfrutar con tus propuestas y comentarios. Esta tarde leere detenidamente tus otras entradas. Besos
Muchas gracias "Estrella Polar"... No sé qué más decir... ¡Calor "horribilus"!
Pero qué envidia!!! Aquí hace mucho frío, y sólo dan ganas de comer y leer tumbados en el sofá... Caramba, ya no los envidio más. ¡Un abrazo!
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