Ni bien se leen los primeros párrafos de Las plumas del dragón, de Arnica Esterl, se percibe que nos hallamos ante un relato maravilloso de corte tradicional que, en su desarrollo, cumple con varias de las funciones señaladas por Propp en su estudio sobre el género.
Un joven leñador, para poder concretar su amor con la bella hija del rico posadero, debe partir para superar la prueba señalada por éste: conseguir las tres plumas de oro del dragón que dan título del cuento; el posadero confía en que su pedido ponga punto final al romance, seguro de que el dragón habrá de devorar al pretendiente cuando intente apropiarse de lo solicitado.
Durante su viaje, el enamorado se topará con un padre afligido por la enfermedad de su hija, un grupo de personas que se lamentan porque un manzano que solía brindarles frutos de oro ya no lo hace, un viejo barquero condenado a cruzar eternamente con su bote de un lado a otro del río... Todos esperan que el dragón posea la respuesta para sus males, y a todos el leñador promete buscarla.
Ya en el castillo de la fiera, recibirá la ayuda de su mujer, “una dama dulce y generosa”, según la define el relato. Finalmente, el joven regresará a casa con las plumas de oro y las respuestas prometidas, dando solución a los problemas de todos y permitiendo el final feliz que es ley en este género. No hay sorpresas ni vueltas de tuerca que señalen la historia como algo destacable, o fuera de serie. Si esto fuera todo, Las plumas del dragón sería solo otro grato cuento maravilloso, y nada más.
Lo que lo hace notable en la edición del Fondo de Cultura Económica y maravilla a niños y adultos por igual, son las excepcionales ilustraciones de Olga Dugina y Andrej Dugin.
Verdaderas obras de arte, dignas de minuciosa atención, que permiten rastrear influencias como la de El Bosco, una de las más evidentes; polisémicas, es decir, abiertas a múltiples significados, juegan con una riquísima simbología que trasciende el contenido del cuento que las incluye. Sin duda, estas lecturas extra no estarán al alcance de los niños, pero eso no impedirá que disfruten de las coloridas imágenes que completan el texto; por otra parte, ellas logran que este libro se constituya en objeto de deseo de cualquier adulto interesado en el arte, la Literatura Infantil y juvenil, y que sepa valorar en su justa medida la propuesta del Fondo de Cultura; una editorial que, año tras año, y volumen tras volumen, demuestra su respeto por el género y por sus destinatarios, a través de ediciones cuidadas, bellísimas, que van más allá del puro interés comercial. Cabe aplaudir la actitud de la empresa y, en particular, de Daniel Goldin, coordinador de la colección.Invito a emprender la búsqueda de estas Plumas de Dragón, un verdadero tesoro rebosante de magia, que no ofrece otro peligro que el de enamorarse para siempre de sus maravillosos ilustradores y de libros tan preciosos como éste.
Un joven leñador, para poder concretar su amor con la bella hija del rico posadero, debe partir para superar la prueba señalada por éste: conseguir las tres plumas de oro del dragón que dan título del cuento; el posadero confía en que su pedido ponga punto final al romance, seguro de que el dragón habrá de devorar al pretendiente cuando intente apropiarse de lo solicitado.
Durante su viaje, el enamorado se topará con un padre afligido por la enfermedad de su hija, un grupo de personas que se lamentan porque un manzano que solía brindarles frutos de oro ya no lo hace, un viejo barquero condenado a cruzar eternamente con su bote de un lado a otro del río... Todos esperan que el dragón posea la respuesta para sus males, y a todos el leñador promete buscarla.
Ya en el castillo de la fiera, recibirá la ayuda de su mujer, “una dama dulce y generosa”, según la define el relato. Finalmente, el joven regresará a casa con las plumas de oro y las respuestas prometidas, dando solución a los problemas de todos y permitiendo el final feliz que es ley en este género. No hay sorpresas ni vueltas de tuerca que señalen la historia como algo destacable, o fuera de serie. Si esto fuera todo, Las plumas del dragón sería solo otro grato cuento maravilloso, y nada más.
Lo que lo hace notable en la edición del Fondo de Cultura Económica y maravilla a niños y adultos por igual, son las excepcionales ilustraciones de Olga Dugina y Andrej Dugin.
Verdaderas obras de arte, dignas de minuciosa atención, que permiten rastrear influencias como la de El Bosco, una de las más evidentes; polisémicas, es decir, abiertas a múltiples significados, juegan con una riquísima simbología que trasciende el contenido del cuento que las incluye. Sin duda, estas lecturas extra no estarán al alcance de los niños, pero eso no impedirá que disfruten de las coloridas imágenes que completan el texto; por otra parte, ellas logran que este libro se constituya en objeto de deseo de cualquier adulto interesado en el arte, la Literatura Infantil y juvenil, y que sepa valorar en su justa medida la propuesta del Fondo de Cultura; una editorial que, año tras año, y volumen tras volumen, demuestra su respeto por el género y por sus destinatarios, a través de ediciones cuidadas, bellísimas, que van más allá del puro interés comercial. Cabe aplaudir la actitud de la empresa y, en particular, de Daniel Goldin, coordinador de la colección.Invito a emprender la búsqueda de estas Plumas de Dragón, un verdadero tesoro rebosante de magia, que no ofrece otro peligro que el de enamorarse para siempre de sus maravillosos ilustradores y de libros tan preciosos como éste.
Las plumas del dragón. Texto: Arnica Esterl - Ilustraciones: Olga Dugina – Andrej Dugin
Colección Los especiales de A la orilla del viento, Fondo de Cultura Económica, 2001. México.
Colección Los especiales de A la orilla del viento, Fondo de Cultura Económica, 2001. México.
Autora de la reseña: Olga Appiani de Linares. Buenos Aires (Argentina)
3 comentarios:
Es un excelente libro, todavía hoy lo leo y me gusta. Esta más que recomendado. Buen artículo!
Preciosas ilustraciones! No conocía a olga dugina y andrej dugin. Estupenda entrada, como casi todas.
Muchas gracias por compartir tan amplios conocimientos.
Pilar Mändl
alguien que tenga el libro y lo pueda compartir... gracias
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