Y para terminar con este recorrido gastronómico atestado de
quejas y pataletas infantiles que nos ha traído el lluvioso mes de Octubre, les
traigo los últimos versos de esta breve antología con la esperanza de que, como
a muchos nos ha pasado, las papilas gustativas se hagan más permisivas con los
años y los niños del hoy puedan disfrutar con los sabores del mañana.
¡Estoy tan cansado
de desayunar
estos cereales
de nunca acabar!
Todas las mañanas
la misma canción:
yo, medio enfadado,
y mamá, peor.
Luego al mediodía,
otra discusión:
¡no quiero lentejas
que me hagan mayor!
Si mamá quisiera
darme alguna vez
tantas cosas buenas
que hay para comer…
Desayunaría
fresitas con nata
y yogur de luna
todas las mañanas.
Luego al mediodía,
un rayo de sol
(¡con patatas fritas
es mucho mejor!).
Cenaría siempre
estrellas asadas
y flecos de nube
en vez de ensalada…
¡Si mamá quisiera
dejarme probar
el zumo de lluvia
para merendar!
Teresa Broseta Fandos.
Zumo de lluvia.
En: Zumo de lluvia.
Ilustraciones de
Joaquín Reyes.
2006. Cuenca:
Universidad de Castilla-La Mancha.
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