lunes, 16 de marzo de 2020

Flores en las trincheras



Para Miriam y Maku, porque sé que florecerán.

Aislados en mitad de una crisis sanitaria como esta, todos intentamos mantener cabeza y manos ocupadas (los pies son otra historia debido a las restricciones del llamado estado de alarma). Tareas del hogar, ordenar el trastero, terminar esa bufanda que empezamos a tejer hace tres años, intentar dar forma a todas las recetas de tartas que encontramos en la red para celebrar nuestro no-cumpleaños un día sí y otro también… Durante una cuarentena que se promete muy larga (el mes no nos lo quita nadie en el mejor de los casos), dejen la desidia a un lado.
Estos primeros días de encierro hemos visto en las redes sociales todo tipo de iniciativas. Actividades para niños y grandes están llenando las pantallas de los dispositivos móviles, sugerencias que tienen como objetivo hacer más llevaderos estos días de parón, caos e incertidumbre. Por mi parte y como buen monstruo, me dejo la parte didáctica para mis clases on-line (que pretendo aprovechar mucho, queridos alumnos…) y me dedicaré a sembrar entre ustedes algo de belleza y unas cuantas sonrisas con estas cosas mías de los libros para niños. Se agradece una pizca de optimismo en un tiempo gris que se vislumbra un tanto vano.


Las culpas, a un lado (¡Qué católicos y apostólicos se ponen algunos cuando la mierda les ahoga!). Dejen en paz al chino que se comió al “murciégalo”, también a los italianos, e incluso a Greta Thunberg (¡Qué pesadilla!), para justificar este entuerto mayúsculo. No les llevará a nada. Hay que ser práctico. Apaguen sus televisores (aviso que los medios de comunicación no les pueden traer nada bueno durante estos días extraños, pues está claro que desinforman a pasos agigantados), cambien el chip y permitan que vayan fluyendo sentimientos e ideas. Lo que más nos hace falta en estos momentos es ser humanos.
Ya vendrán los juicios. Ya llegarán. Pero por ahora busquemos una salida en la razón y dejemos la sed de venganza para tiempos futuros. Seguramente será difícil. Entiendo que tengan la mente ocupada con miedos, debacles interiores y mucha basura, pero si respiran hondo, la despejan de esa bruma omnipresente, y miran a su alrededor, pueden encontrar cualquier objeto que les inspire y conduzca hacia otro sitio más hermoso.
Si necesitan un ejemplo aquí les traigo el libro de este primer lunes de cuarentena, ¿Qué hace falta?, un álbum que recoge un texto de Gianni Rodari y las hermosas ilustraciones de Silvia Bonanni (Kalandraka) que se popularizó gracias a la canción de Sergio Endrigo Ci vuole un fiore.



Tomando como excusa el centenario del nacimiento del sempiterno autor italiano, la editorial gallega nos presenta un texto razonado de Rodari que hurga en la belleza del mundo desde una perspectiva sencilla e infantil siempre necesaria. Partiendo de un objeto tan cotidiano como una mesa, Rodari echa mano de la estructura de la retahíla para interpelar al lector de cualquier edad sobre el origen de las cosas. ¿Qué hay detrás del mundo de nos rodea, de esas formas con las que el hombre rodea su quehacer diario?


Acompañado de las sugerentes y coloristas ilustraciones en collage de Silvia Bonanni, algunos han apuntado de este texto que se trata de una bella metáfora que apoya el naturalismo filosófico, y otros lo llevan al extremo diciendo que podría considerarse una fábula que habla sobre la ecología y la interacción entre el hombre y los recursos. Sin embargo, un servidor se queda con lo poético de un libro cuasi-circular (ya saben, de los que terminan y vuelven a empezar) que cimentado sobre el binomio causa-efecto, nos ayuda a indagar y descubrir que detrás de lo mundano siempre hay algo hermoso que brota, crece, se enreda y florece en el corazón.


2 comentarios:

Maku Carroquino dijo...

¡¡Qué ilusión me hace este libro tan alegre!! Además del no-cumpleaños, por supuesto.
Es una delicia esperar tu publicación, al terminar el día. Una vez más ¡¡Muchas gracias!!

Román Belmonte dijo...

Se me olvidaba que el no-cumpleaños es la especialidad de las Alicias. Yo creo que hoy lo voy a celebrar con una tarta de queso (no tengo más ingredientes y cada vez que me viene a la cabeza el Mercadona me echo a temblar...). ¡Un besico!