Thomas Anthony “Tomie” dePaola nació en Meriden, Connecticut
(Estados Unidos de Norteamérica) en 1934, cerca del final de la Gran Depresión.
Sus padres, Joseph y Florence dePaola, eran de ascendencia irlandesa e italiana
(los abuelos eran originarios de Calabria, lugar donde más tarde ubicaría su
conocido álbum Strega Nona). Tuvo un
hermano, Joseph (apodado Buddy), y dos hermanas, Judie y Maureen.
Creció durante la Segunda Guerra Mundial, antes de que la
televisión sustituyera a la radio en los hogares estadounidenses (dePaola dijo
en alguna ocasión que se consideraba afortunado por este hecho y escuchaba los
sábados por la mañana el programa Let’s
Pretend). El hecho de que su madre fuera una lectora voraz y pasara muchas
horas leyendo en voz alta para él y su hermano, fue uno de sus acicates a la
hora de crear historias. Además, dePaola tuvo muy claro desde bien joven que
quería ser artista, anunciándole a su maestra a los cuatro años que cuando
creciera iba a hacer ¡álbumes!
Una anécdota que recordaba
con mucho entusiasmo ocurrió la navidad de 1943, en la que recibiría “pinturas,
pinceles, lápices de colores, todo tipo de libros de instrucciones, acuarelas e
incluso un caballete” como regalos navideños.
Tal era su interés en ser artista que durante el segundo
curso de secundaria (aún faltaban unos cuantos) escribió al Instituto Pratt de
Nueva York para averiguar qué clases debería tomar para prepararse para la
prueba de acceso. En 1952 ingresó allí obteniendo el título en 1956.
Después de graduarse, dePaola ingresó a un monasterio
benedictino en Vermont, donde permaneció durante seis meses. Durante aquel
periodo reconoció haber “solidificado algunos valores espirituales profundos,
no sólo los religiosos” al mismo tiempo que siguió formándose ya que dicha
congregación estaba muy involucrada en el arte y la cultura. La relación con el
monasterio en particular y el mundo religioso en general continuó a lo largo de
los años. Además de crear arte litúrgico para diferentes iglesias como la
abadía de Glastonbury (Hingham, Massachusetts), diseñó telas y tarjetas de
Navidad encaminados a iniciar un pequeño negocio dentro del monasterio en el
que había vivido.
En 1962 comenzó su carrera como profesor de arte en el Newton
College of the Sacred Heart en Massachusetts. En 1965, dePaola ilustró por
primera vez el libro de ciencia de Lisa Miller, Sound, que pertenecía a la serie Science is what and why de la editorial Coward-McCann, y al año
siguiente, ilustró el primero de sus propios libros, El maravilloso dragón de Timlin (editorial Bobbs-Merrill).
En 1967, viajó al oeste para enseñar en San Francisco
College for Women. Mientras estuvo en California, obtuvo una maestría en bellas
artes en el Colegio de Artes y Oficios de California en 1969 y una equivalencia
doctoral un año después en el Lone Mountain College. Durante aquella estancia se
concienció sobre los problemas de las mujeres, así como se contagió del
espíritu pacifista.
DePaola se mudó de nuevo a Nueva Inglaterra en la década de
1970 para enseñar arte en el Chamberlayne Junior College de Boston de 1972 a
1973. De 1973 a 1976 trabajó en el Colby-Sawyer College de New London, New
Hampshire, como profesor asociado, diseñador y director técnico en el
departamento de discurso y teatro, y como escritor y escenógrafo y diseñador de
vestuario para el Proyecto de Teatro Infantil. Más tarde (de 1976 a 1978) enseñó
arte en New England College en Henniker, New Hampshire.
En 1978, dePaola decidió retirarse de la enseñanza a tiempo
completo para dedicarse a escribir e ilustrar libros, una decisión muy acertada
que se vio recompensada con más de 270 títulos traducidos a más de 20 idiomas y
25 millones de copias vendidas en todo el mundo de los cuales algunos han sido
llevados a la pequeña pantalla o han sido leídos por él mismo en los programas
de Jim Henson.
De su vida privada poco sabemos, tan sólo un breve
matrimonio durante los años 60 y que mucho más tarde, en el nuevo milenio,
reconocería su homosexualidad. En una entrevista a The New York Times Magazine
el año pasado dijo no haberlo hecho antes por miedo, aduciendo que "Si se
supiera que eras gay, llevarías una gran 'G' roja en el pecho y las escuelas ya
no comprarían tus libros.”
Ilustración para la cubierta de The Horn Book (Mayo, 2015) donde aparecen Maurice Sendak, Arnold Lobel, James Marshall, Remy Charlip, and Tomie dePaola
DePaola también mostró su trabajo ampliamente en numerosas
exposiciones individuales y colectivas, tanto a nivel nacional, como
internacional, entre las que destacan las dos que se celebraron en 2013 y 2014 en
el Colby-Sawyer College, tituladas Now
(“Ahora”) que celebró su 80 cumpleaños, y Then
(“Entonces”) en la que se
mostraron sus primeros trabajos durante sus años de formación en el Instituto
Pratt y la influencia que Fra Angelico, George Roualt y otros tuvieron en su
obra.
Tomie dePaola ha recibido una gran cantidad de premios entre
los que destacan el segundo puesto de Medalla Caldecott de 1976 con Strega Nona, el Premio Boston Globe-Horn
Book de 1982 (The Friendly Beasts: An Old
English Christmas Carol), el Premio Golden Kite de 1987 (What
the Mailman Brought), la Medalla Newbery del 2000 por su serie 26 Fairmount Avenue y otros muchos.
Además, fue nominado para el Premio H. C. Andersen en la categoría de
ilustración en 1990.
Murió el 30 de marzo de 2020, en Lebanon, New Hampshire,
debido a las complicaciones surgidas de la operación quirúrgica a la que fue
sometido tras una caída en su estudio.
Y ahora, su obra.
En la mayor parte de la obra de Tomie dePaola podemos
encontrar unos puntos comunes, una especie de pilares que sustentan sus libros.
En primer lugar destaca el sentimiento familiar, uno que hace
muy poderosos algunos libros de un autor que se aferra a las raíces. Podemos
citar Strega Nona (pueden encontrar
alguna edición antigua de Everest, pero ya está descatalogado), para mí una de
sus mejores obras, en las que además de rendir un claro tributo al lugar de
origen de sus abuelos, Calabria, se inspira en la figura de su abuela para dar
vida a una hechicera temperamental y entrañable que protagoniza esta serie de
libros y que trasciende al tiempo en los pequeños lectores. Un personaje mítico
de la Literatura Infantil basado en un personaje real
El segundo es Nana de
arriba, nana de abajo (Kalandraka) que está basado en la muerte de su abuela y
bisabuela en un pequeño intervalo de tiempo. Es un libro que trata la muerte de
los ancianos desde un prisma conciliador donde los recuerdos y el cariño pesan
mucho en el proceso de duelo que atraviesa el protagonista, aunque también hay
momento vitales tan duros como humorísticos en los que el niño pide ser atado a
la silla como su abuela, una situación que familiariza al niño con la enfermedad
de la anciana.
Uno título complementario del anterior es Un pasito… y otro pasito (Ekaré) en el
que Bobby tiene y su abuelo, Bob, a quienes les gusta hacer muchas cosas
juntos. Sin embargo, cuando el abuelo sufre un derrame cerebral, Bobby lo ayuda
a aprender a caminar nuevamente. Con unas ilustraciones en tonalidades azules y
marrones, la historia se presenta tranquila y sencilla, algo que para hablar de
un tema tan difícil se agradece enormemente.
En Watch out for the
Chicken Feet in Your Soup (inédito en castellano), dePaola también se basó
en la “rara” costumbre de su abuela (entrecomillo porque mi madre lo hace también)
de echar las patas del pollo en el caldo de la sopa, para hablar de las
vergüenzas familiares y de cómo las ven los demás, no sin olvidar el acento
italiano de una protagonista con una clara obsesión por alimentar a todo el que
pille (Italia y España ya saben que son primas hermanas…). Como curiosidad
decir que en este libro dePaola incluye la receta para hacer muñecos de pan de
su abuela al final.
Por último tendríamos el libro, inédito en nuestro país, The Baby Sister en el que cuenta los
avatares del nacimiento de Maureen, una de sus hermanas.
La segunda característica en la obra de Tomie dePaola es el
regreso a lo tradicional. Muchos académicos apuntan que uno de sus mayores
logros es narrar historias de siempre desde una perspectiva moderna. Algo que
se observa muy bien en Strega Nona,
una historia sobre una olla mágica (recuerden a Propp) que, al recitar un
pequeño conjuro, produce comida y cesa solo recitando otro verso. Todo se
convierte en un desastre con la metedura de pata de un aprendiz que terminara
por resolverse con una moraleja y mucho humor. Otra cuento popular italiano es Tony’s Bread, un libro que cuenta el origen
del panetonne, que además tiene montones de referencias a la ciudad de Milan y
a la cultura del pan, así como composiciones muy interesantes (portada y contraportada
y la ubicación de los textos).
Continuando con este apartado apuntar a dos obras que,
además de esta característica también exhiben el cariño por sus raíces
irlandesas. Fin M'Coul: The Giant of
Knockmany Hill, es un libro que recoge un relato de ambientación celta (esas
filigranas, la calzada de los gigantes en Irlanda del Norte, el legendario
héroe irlandés Cu Chulainn…) donde la figura femenina queda exaltada por la
inteligencia de la mujer del protagonista y un humor fino que resuena en toda
la historia. Y Jamie O’Rourke and the Big
Potato, cuenta la historia de un gandul con la suerte de toparse con un
leprechaun que le regala una semilla mágica de la que nace una enorme patata.
En la línea de Strega Nona, esta
circunstancia desata una situación bastante jocosa que se resuelve de una
manera bastante simpática.
Para terminar con este punto tenemos Helga's Dowry: A Troll Love Story, una historia de apariencia
tradicional que dePaola se inventó a raíz de un garabato en unos apuntes de sus
clases en la universidad en la que una troll trabaja lo que no está escrito
para conseguir su dote (si una troll no la tiene, está condenada a vagar
eternamente).
La tercera característica de la obra de Tomie es su atención
sobre los miedos infantiles y la ruptura de los estereotipos. "No me
gustan los estereotipos ni los roles de género. […] Mi madre siempre cortaba el
césped y mi padre cocinaba” dijo en cierta ocasión. Uno de sus libros más conocidos
en nuestro país es Oliver Button es una
nena, un libro de valores (quizá por eso sea tan conocido… ¡Ejem!... No
digo más…) recién reeditado por Kalandraka que rompe una lanza por los
estereotipos sexuales contextualizándolo en el universo escolar en la que
Oliver, un niño al que le encanta la danza, tras ser objeto de las burlas de
sus compañeros se enfrenta a la situación de una manera muy elegante y consigue
la aceptación del resto.
Esa es la línea que también sigue La clase de dibujo (también existe una edición antigua de Everest),
un relato de carácter semi-autobiográfico en el que dePaola presenta a la mayor
parte de su familia y de paso nos hace partícipe de sus tempranos deseos de ser
artista. Por otro lado da una vuelta de tuerca a la ficción y nos cuenta los
miedos de un niño ante una discrepancia con su profesora de plástica (no
recuerdo otro álbum en el que el autor vuelva al pasado para cambiar su propia
historia en un escenario diferente y con una misma consecuencia: ser un artista).
Lo religioso también tiene cabida en la obra de un autor que
firma obras como The Clown of God: An Old
Story, una versión de la historia de Anatole France sobre el ascenso y la
caída de un malabarista y el milagro que ocurre en su sorprendente actuación
final ante una estatua de la Virgen María y el Niño Jesús. También citar en
este apartado todas sus biografías de santos y vírgenes -Francisco de Asís, San
Patricio, Santa Escolástica, San Benito o Nuestra Señora de Guadalupe- así como
de otros episodios bíblicos, una pequeña colección de álbumes informativos en
la que presta atención a las fiestas religiosas como la Semana Santa o Chanukah
judío (My First Easter y My First Chanukah respectivamente), y
su libro Quiet, donde recoge una
profunda y mística relación entre el hombre y la naturaleza.
Por último hacer referencia a sus series Bill and Pete (existe una edición en
castellano de Ekaré traducida como Memo y
Leo) y The Barkers que hacen
acopio de situaciones infantiles bastante familiares. No se nos puede olvidar
su serie histórica, que bajo el título 26
Fairmount Avenue, la dirección de su casa de niñez en Connecticut, recoge una
serie de episodios de la historia de los Estados Unidos como el huracán del 38
que asoló Nueva Inglaterra o el ataque de Pearl Harbour, así como episodios de
su vida cotidiana como niño. También hay que citar The Popcorn Book, un libro informativo sin igual que se adentra en
la historia del maíz de las palomitas, sus características, su conservación y
la elaboración de este alimento tan popular cuando uno va al cine.
Sobre el estilo de las ilustraciones de Tomie dePaola hay
que decir que son suaves aunque marcadas por colores brillantes y un estilo
casi primitivo. Dan buena cuenta de su interés por el teatro las imágenes que
con frecuencia parecen escenarios, como las de Strega Nona o Tony’s Bread.
Sus personajes se centran mucho en el elemento facial más
que en el movimiento de la figura. Expresiones donde ojos, narices, boca y el
cabello casi siempre despeinado de los protagonistas estimulan la visión de un
lector que se refleja en ellos. Con claras influencias por la pintura del
románico y el arte popular, y fijándose mucho en los detalles y como enriquecer
los textos, Tomie consideraba que su estilo había evolucionado mucho en los
últimos años, aunque siempre lo definió como “muy simple y directo” ya que
necesitaba ser honesto porque “los niños exigen honestidad y reconocen la
impostura."
Y con esto y un bizcocho sólo me resta decir que Tomi
dePaola siempre me ha encantado (por si no se habían enterado) y que es de esos
autores que todo lo llena de una exuberancia tranquila pero que rebosa alegría
y paz, que bien mirado, es mucho, demasiado. Descanse en paz.
Este artículo se ha elaborado con diferentes entrevistas concedidas a
The Horn Book, The New York Times, The New England Journal of Aesthetic
Research, así como la biografía recogida en Major
Authors and Illustrators for Children and Young Adults. 2002. 2ª ed., 8
vols. Gale Group.
4 comentarios:
Gracias por tu post y por acercarme un poquito más la obra de este autor.
Susana
Tengo Strega Nona como un tesoro. Estas ilustraciones me devuelven a una infancia feliz. Gracias Tomie dePaola por tu legado. Gracias Román por acercarnos a él.
Gracias por contarnos sobre este autor. Me encanta en la entrevista que has compartido, cuando habla de la anécdota de cuando era niño y se embobaba mirando por la ventana. Cuántos espacios de mirar por la ventana nos faltan, tanto a niños como a adultos!!!
Gracias por darnos a conocer sobre autores, sus vidas y obras.
trabajo en LIJ para promocionarla, es muy valioso este blog
Saludos desde Ecuador
Publicar un comentario