No sé ustedes, pero cada día que pasa, un servidor escucha menos nanas. No es que sean canciones para deleitar a las masas, pero desde que ese interés hiperdesarrollado hacia la infancia se ha hecho más patente durante los últimos tiempos, cabría esperar que se aventaran mucho más estas composiciones musicales para dormir a recién nacidos.
Sí, cantar una nana es un acto muy íntimo, un diálogo entre padres e hijos difícil de disfrutar como espectador, pero también es cierto que después de hablar con muchas madres, empiezo a denotar ciertas carencias en todo lo que se refiere a canciones de crianza. Interesa más poner el móvil cerca y darle a la tecla, que hacer un esfuerzo por entonar sonsonetes cercanos que a modo de letanía arrullen los primeros meses de esos hijos tan deseados.
Hoy les traigo canciones de cuna, para que las recuerden y sobre todo, las intenten.
A dormir, que viene el lobo,
y si no, viene la loba,
preguntando de casa en casa
cuál es el niño que llora.
Pajarito que cantas
en las lagunas,
no despiertes al niño
que está en la cuna.
Estrellitas del cielo,
rayos de luna,
alumbrad a mi niño
que está en la cuna.
A dormir que viene el lobo y Pajarito que cantas.
Nanas tradicionales españolas.
En: Arroró. Antología de nanas hispanoamericanas.
Selección de Pedro C. Cerrillo y César Sánchez Ortiz.
Ilustraciones de Luis San Vicente.
2018. Santa Cruz de Tenerife: Diego Pun Ediciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario