La
vida parece un enigma. Te lleva de un lado a otro, te desorienta mientras
discurres por bellos pasajes, por tristes laberintos… El tiempo parece un
rompecabezas al que no encontramos la pieza final y que hay que empezar una y
otra vez… Si añadimos que nunca he sido bueno con acertijos y adivinanzas, esos
juegos verbales de rima facilona que te exprimen el cerebro para no dar jamás
con la solución aproximada, la cosa está jodida…
Me
desespero con estos misterios envueltos en el celofán de las palabras…, y lo
peor de todo es que algún otro de mente despejada y lucidez paradójica, te tome
la delantera en el juego, gritando de viva voz la salida a tan enrevesada
definición…
Es
por ello que, si son de este tipo de personas, aquí les traigo tres adivinanzas,
mientras yo sigo perdido en la mía, una que no se puede resolver echando mano
de ningún libro…
Millares
de soldaditos
van
unidos a la guerra
todos
arrojan sus lanzas
que
caen de punta en la tierra.
***
Un
animal que no cesa
de
comer y de gritar;
siempre
está pidiendo agua
pues
come con mucha sal.
***
Aunque
parezca rareza
lo
cierto es que este señor
golpea
con la cabeza
sin
que le cause dolor.
Nicolás Guillén.
Adivinanzas.
En: Selección poética.
Ilustraciones de Nelson
Villalobos.
2013. Vigo: Faktoría K de Libros.
Ilustración de la entrada: Shaun Tan. 2008. El árbol rojo.
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