Si pensaban que este otoño iba a ser de lumbre y castañas, de boniatos y madejas de lana, de historias al calor del puchero, de lluvia y paraguas, les aviso (por si acaso todavía no se han dado cuenta) de que no. Este veroño, como nos descuidemos, nos vamos a tener que proteger del sol, pues excepto niebla no vamos a ver mucho más. Ni frío hace. Ea, tendremos que alimentar esta estación con los versos del cantor…
Una vieja que vive muy pobre
en la parte más alta del pueblo,
que posee una rueca inservible,
una virgen y dos gatos negros,
mientras hace la ruda calceta
con sus secos y temblones dedo,
rodeada de buenas comadres
y de sucios chiquillos traviesos,
en la paz de la noche tranquila,
con las sierras perdidas en negro,
va contando con ritmos tardíos
la visión que ella tuvo en sus tiempos.
[…]
Federico García Lorca.
En: Santiago.
Ilustraciones de Javier Zabala.
2020. Barcelona: Libros del Zorro Rojo.
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