viernes, 1 de octubre de 2021

Disfrutar de las palabras


Una de las conversaciones (y discusiones) favoritas del Camino se centraba en la capacidad que tiene la lengua de permanecer viva entre los hablantes, qué hace que esto suceda y si las lenguas que se han recuperado por intereses políticos serían capaces de permanecer vivas. Las opiniones eran de lo más variopintas. Todos acordábamos que preservar un acervo cultural estaba de puta madre, pero se abría cierto debate sobre las limitaciones comunicativas de las lenguas minoritarias, lo artificioso de las lenguas normativas -véase el euskera batúa-, sobre la necesidad de subvencionarlas e imponerlas para conservarlas, y sobre la poca trascendencia que ciertas lenguas que se mantenían en el uso privado habían tenido sobre el ámbito público a pesar de ser de obligado uso.
En estas yo me puse a mirar a un lado y otro de la senda para disfrutar de la vegetación norteña. Montones de helechos, brezos y labiadas. Cogí una muestra al azar y no sé quién me preguntó el nombre científico. Todos pusieron cara de tontos al oír el latinajo. Prueba evidente de que hasta las grandes lenguas se esfuman como la niebla.
No se lo piensen. Disfruten de todos los idiomas que puedan. En forma de palabras de amor, de discusiones interesantes, reuniones divertidas, refranes, trabalenguas, y montones de dichos populares como los que hoy nos amenizan en forma de versos más que elegantes.


Yo sé algo que tú no sabes.
tú no sabes que yo sé algo.
Algo que tú no sabes yo sé.

¿Ah, sí?

Un pajarito me lo contó.
Me lo contó un pajarito.
Un pajarito contómelo.

***

Babia,
ese lugar
del firmamento
al que solo se va
con el pensamiento.

Fran Nuño
Me lo ha dicho un pajarito y Estar en Babia.
En: Del dicho al verso. Divertimento poético con frases populares.
Ilustraciones de Jan Barceló.
2020. Barcelona: Yekibud Editores.



2 comentarios:

miriabad dijo...

A mí me encanta el gallego;su sonoridad y dulzura, sus variados acentos.
Interesante libro y muy llamativas las ilustraciones. Este uso de tres o cuatro colores primarios es muy impactante.

Román Belmonte dijo...

¡Ojalá supiera hablar en todas las lenguas del mundo! Pero claro, hay que conformarse con unas pocas... El libro: exquisito. ¡Un besete!