Zuzanna Celej
Ya saben que el Román,
este monstruo ávido de libros infantiles, siente verdadera pasión
por los álbumes. También que es una persona bastante curiosa y suele meter las
narices en otros muchos libros que no son los propiamente ilustrados. Por ello, en este jueves ventoso y siendo consciente de que hay
monstruos que gustan de leer palabras y dejan a un lado las
imágenes, les traigo unos cuantos apuntes sobre algunos libros de
narrativa infantil y/o juvenil que he leído durante los pasados
meses y que creo que merece la pena tener en cuenta. ¡Allá voy Día
del Libro 2017!
Sin lugar a dudas Los
incursores, el volumen que engloba las dos primeras novelas de la
serie de Mary Norton (Los incursores y Los incursores en el
campo) y que fue editado por Blackie Books hace un año y medio
aproximadamente, se perfila la re-edición de literatura infantil
clásica que más he disfrutado durante los últimos tiempos. Esto se debe no sólo a una edición magnífica (sé que muchos se acuerdan de las
ediciones de Altea Benjamín, pero eso ya es historia), sino porque
quienes gustamos de la literatura elaborada y la prosa algo más compleja que la se estila durante los últimos tiempos (¿Por qué la
subordinación es casi inexistente y la construcción de los
personajes tan inconsistente?), encontramos ciertos reflejos
de nosotros mismos en esta obra necesaria de la LIJ. ¡Arrietty ni canta ni baila pero no
se pierdan sus aventuras!
Sigo
con Tania Val de Lumbre de María Parr e ilustraciones
de Zuzanna Celej (Nórdica Infantil). Aunque puede parecer un libro
bastante invernal por ambientarse en Noruega, lo cierto es que la luz y la naturaleza inundan de primavera sus escenas. Las peripecias de esta
niña pelirroja nos trasladan a un mundo que tiene mucho que ver con
las heroínas de la literatura infantil más conocidas como Pippi
Calzaslargas, Ana de las Tejas Verdes y, sobre todo, Heidi,
la protagonista de la obra de Johanna Spyri que recibe innumerables guiños desde esta
novelita. Los paisajes nevados, la familia, sus idas y venidas, la
amistad intergeneracional y el humor son los pilares de una narración
a caballo entre la novela coral y la de aventuras por episodios, todo
ello regado con melodías de violín y una mirada que, desde la
inocencia, mira el mundo adulto con humor y sentido crítico.
Continuo
con El mar y la serpiente, un libro de Paula Bombara
publicado en la colección Nandibú Horizontes de la editorial
Milenio. Es un libro cálido y acogedor, evocador y nostálgico. La
primera parte es arrebatadora, no sólo por esa inocencia que
envuelve las palabras que comparte la niña consigo misma, sino las
que intercambia con su madre y las que reza a su padre. Hay algo que
te mueve en cada silencio, en cada palabra que suena a eco. Sutil y
crítico. El ritmo va in crescendo y provoca un internamiento en la
historia paso a paso. Conforme tiramos de la hebra, obtenemos sorbos
de información que nos llenan, nos conmueven y nos duelen. La
segunda parte cambia de tercio, al expositivo, quizá más árido y que
choca frontalmente con lo poético de la primera, un contraste que
quizá sea intencionado por parte de la autora para afianzar el lapso espacio-temporal. Un libro que habla de
Argentina y su historia, de las dictaduras y sus consecuencias.
Llega el turno de las
novelitas de adolescentes... Después de haber leído Bajo la
misma estrella no pude resistirme a la tentación de engullir
Ciudades de papel, otra novela de John Green (Nube de Tinta)
que fue llevada a la gran pantalla hace un tiempo. A pesar de
constatar que no había tenido el mismo éxito que la primera, me
dejé llevar por el lado más quinceañero de mi existencia y empecé
con él. Aunque tiene un principio arrollador (lo
mejor, sin duda), va perdiendo fuelle conforme se va desarrollando la
acción. Guarda bien el ritmo y se lee con mucha facilidad
(sin duda uno de los puntos fuertes de este autor), pero noté cómo iba
cuesta abajo. Así que, de repente, me topé con un final un tanto incoherente y pegué un frenazo en seco. ¿Por qué buscas del lector un tirón de orejas hacia esa
protagonista con ínfulas de estrella en vez de ensalzar la figura de un
chaval que arriesga mucho por un amor que se terminará rebelándo (sí, con b) un tanto platónico (y patético)? ¿Me explicas?
Y
termino con Mi hermana duerme sobre la repisa de la
chimenea de Annabel Pitcher (Siruela), un libro que fue un
sorpresa para mí, más que nada porque no lo conocía y se reveló como un acicate para con mis alumnos... Tuve la
suerte de toparme con una edición original en Foyles, así que,
cuando regresé a España busqué la versión española en la
biblioteca más cercana y me lancé a la piscina... La escritora
trabaja bien al elenco de actores (ese niño que todavía no ha
pasado el duelo por la muerte de su hermana en los atentados del
metro de Londres del 2005 y su familia desestructurada por la
tragedia, bien merecen una lectura pausada), trata con suficiente
realismo la relación entre los dos protagonistas de esta historia
(aunque en algunos momentos deja entrever resquicios de debilidad,
quiero pensar que esto no se deba a la autocensura y lo políticamente
correcto) y crea una narración a través de la cual los lectores
pueden hacerse preguntas abiertas sobre los conflictos entre lo
cultural y religioso. Lo recomiendo abiertamente para últimos cursos
de primaria y los primeros de secundaria.
Zuzanna Celej
1 comentario:
Ya sé que las puedo leer igualmente siendo adulta, pero al ver estas ediciones tan cuidadas no sé que me pasa que me encantaría ser adolescente otra vez...
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