viernes, 18 de marzo de 2016

Desconectar el despertador y sonreír


Stig Lindberg

Se acercan unos días de descanso y sólo tengo ganas de aparcar la tiza, dejar de acarrear fotocopias y apagar el ordenador, para dedicar mi tiempo a otras cosas más vanas pero igualmente útiles. Y no crean que es necesario regalarse una turné por Europa, tostarse bajo el sol tropical o un viaje chamánico, basta con desconectar el despertador y dejarse llevar el resto del día: a veces lo más cercano nos procura las sorpresas más extraordinarias... Nos vemos a la vuelta, ¡con mucha alegría!

Rata de latón, ratón de lata
Campanario diminuto,
tic tac de plata.

Rata de latón, latón de rata,
gato, grillo, cuco,
¡garrapata!

Nata de matón, tacón de gata...

Ya metí la pata,
¡tengo tanto sueño!

¿Me oyes, pequeño?
Chitón y a callar,
gallo diminuto,
y vuelve a cantar
en cinco minutos.

Pedro Mañas.
Nana para un despertador.
En: Trastario. Nanas para lavadoras.
Ilustraciones de Betania Zacarías.
2016. Vigo: Faktoría K de Libros.



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