Stig Lindberg
Se
acercan unos días de descanso y sólo tengo ganas de aparcar la
tiza, dejar de acarrear fotocopias y apagar el ordenador, para
dedicar mi tiempo a otras cosas más vanas pero igualmente útiles. Y
no crean que es necesario regalarse una turné por Europa, tostarse
bajo el sol tropical o un viaje chamánico, basta con desconectar el
despertador y dejarse llevar el resto del día: a veces lo más
cercano nos procura las sorpresas más extraordinarias... Nos vemos a
la vuelta, ¡con mucha alegría!
Rata de latón, ratón
de lata
Campanario diminuto,
tic tac de plata.
Rata de latón, latón
de rata,
gato, grillo, cuco,
¡garrapata!
Nata de matón, tacón
de gata...
Ya metí la pata,
¡tengo tanto sueño!
¿Me oyes, pequeño?
Chitón y a callar,
gallo diminuto,
y vuelve a cantar
en cinco minutos.
Pedro Mañas.
Nana para un
despertador.
En: Trastario. Nanas
para lavadoras.
Ilustraciones de Betania
Zacarías.
2016. Vigo: Faktoría K de
Libros.
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