lunes, 1 de diciembre de 2025

Nuevas perspectivas navideñas


Acabamos de dar el pistoletazo de salida a las fiestas y aunque la Navidad vuelve a estar de moda (es lo que tiene el cristianismo), denoto cierta tristeza en el ambiente. Quizá sea una sensación que se arraiga en lo personal (en ciertas ocasiones, no sabemos distinguir entre lo interno y lo externo), pero no respiro mucha alegría en las calles.
Y es que eso del espíritu navideño se ha ido transformando con el paso de los años. En primer lugar, hay que tener en cuenta que la institución familiar ha entrado en declive, cosa que, irremediablemente, debe extrapolarse a estas celebraciones. Si las familias cada vez están más diezmadas por la realidad, ¿cómo vamos a contextualizar la idea tradicional? Monoparentales, homoparentales, reconstituidas, sin hijos, desestructuradas, divorcios, en la diáspora… Y yo me pregunto: ¿quién queda para celebrar la Nochebuena?


También hay que considerar toda esa ideología hostil que ha ido llenando Occidente. Es curioso como el multikulti ha ido enriqueciendo ciudades y espacios culturales, pero al mismo tiempo ha ido desplazando las celebraciones navideñas debido a un engranaje de hostilidad que ha ido sembrando el progresismo más deleznable. Mientras Europa se dedica a celebrar el Ramadán, el Pesaj o el Diwali, la Navidad está siendo cancelada a base de neutralidad e inclusión. ¿Por qué rechazar lo propio para respetar lo ajeno?
Por último, y en mi opinión, está lo más descorazonador: la disolución de la magia. Desde que el capitalismo clavó su dardo envenenado, la Navidad ha ido perdiendo ese sentimiento fantástico y todopoderoso con el que la relanzó Dickens. Una época del año en la que la compañía, la solidaridad y la ilusión se nos han ido de las manos para dejar paso al consumismo y los excesos irracionales que van minando con desidia encuentros y regalos que deberían ahondar en la generosidad y el humanismo que hoy en día siguen pareciendo un milagro.


A pesar de este panorama y aunque no lo creamos, la Navidad encuentra nuevas formas de arraigar entre nosotros, algo que dejan bien claro libros como el de hoy. Y es que Tom y Momo, el nuevo álbum de Akiko Miyakoshi publicado por Pastel de Luna que se desmarca de las visiones navideñas más tradicionales, pero encaja muy bien en ese espíritu que este monstruo defiende.


Los días de invierno se suceden. Tom y Momo acaban de mudarse a una nueva casa. De hecho, viven en el mismo edificio, pero todavía no lo saben. Los dos van al parque con sus padres, comen en el mismo restaurante o coinciden en la misma estación de tren. Un día deciden comprar unos dulce y, curiosamente, los dos han elegido un abrigo amarillo. Se fijan el uno en la otra, se observan primero en pastelería y después en el mercado, hasta que coinciden en el portal de casa y…


Con la elegancia que caracteriza a la autora nipona, se despliega ante nosotros una historia muy cotidiana, pero a la vez conmovedora. De esas que te deja un regusto muy delicado en el paladar. ¿Qué niño no se siente atraído por la presencia de sus iguales? ¿Qué niño no siente la necesidad de relacionarse con otro? Hurgando en la propia naturaleza de la infancia desde una historia que me ha recordado a Desencuentros de Jimmy Liao, Tom y Momo constituyen el reflejo de montones de historias de amistad que pueblan colegios, parques y barrios de todo el mundo. Al mismo tiempo, Miyakoshi explora el comportamiento infantil desde una mirada caleidoscópica en la que intervienen los protagonistas, sus progenitores y el entorno.


Como en muchas otras de sus obras, la perspectiva es muy importante, quizá todavía más en esta historia de miradas fugaces que contraponen diferentes puntos de observación (fíjense bien en los colores y verán a Tom y Momo en montones de esas escenas desdibujadas intencionalmente por la autora). Si a ello añadimos los árboles, mercadillos y detalles navideños que ha ido recopilando en el transcurso de la acción (la atmósfera, amigos, siempre la atmósfera), no me negarán que es un álbum para celebrar esta época del año.

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