Volvemos de un puente muy movidito en el que los virus han hecho estragos (yo no se qué he pillado pero estoy para el arrastre) y teniendo en cuenta que esta semana es más corta de los habitual, aprovecho para lanzar a la blog-esfera las ya clásicas selecciones de formato. Así, tendrán tiempo de escribir las cartas a Papá Noel y los Reyes Magos con conocimiento de causa y tranquilidad. Este martes empiezo con la selección de boardbooks, esos álbumes generalmente pequeños y de cartón que tanto gustan a los primeros lectores.
Como no son tan abundantes como los álbumes convencionales (cuesta encontrarlos sobre las estanterías) y no se conocen tanto como otros títulos de LIJ, invito a todos los lectores a consultar la etiqueta "boardbooks" y las selecciones del 2024-2025 (primera parte y segunda parte), 2024-2023 (parte 1 y parte 2), 2022-2023 (parte 1 y parte 2), 2021-2022 (parte 1 y parte 2), 2020-2021 (parte 1 y parte 2), 2019-2020 (parte 1 y parte 2), 2018-2019, 2017-2018, 2016-2017 y la del 2015-2016, para ofrecer nuevas lecturas a los más pequeños.
Antes de comenzar a destriparlos, la ya clásicas consideraciones:
- Se presentan en orden alfabético del apellido del primer autor.
- En esta selección nunca hago distinción entre ficción y no ficción.
- Las tres estrellas agrupan a mis títulos favoritos.
- Como mi alcance es limitado, estaría bien que me señalen en los comentarios aquellos títulos que no han llegado a mis manos (llamada a editoriales).
- Si quieren ver su interior, pueden encontrar algunos vídeos en el Instagram de los monstruos.
Y sin más que decir, ¡disfruten de la primera parte de la selección de libros de cartón 2025-2026!
Mireia Aleu. Pete. Corimbo. (***) Empezamos con un libro sobre chupetes. Si alguna vez han estado más de dos horas con un bebé, posiblemente habrán tenido que limpiar unas cuantas veces el chupete que se le ha caído al suelo. Pues, este libro, precisamente, nos habla de esos chupetes extraviados que pululan por ahí. Con un formato de leporello, este boardbook cuenta la historia circular de un chupete (lo que les decía: cae y vuelve a caer). Su dueña lo arroja al suelo y unos perros riñen por él. Así llega hasta unos pájaros y uno de ellos se pone a chuparlo. Cae en el mar y lo engancha un pez. El chupete pica el anzuelo de un pescador y con pez incorporado, llega hasta el mercado donde lo comprará ¡la madre de su dueña! Con mucho desenfado y algún guiño a los cuentos de siempre (me ha recordado al soldadito de plomo), este libro-acordeón en rosa y negro merece muchas lecturas.
Byron Barton. Aviones / Trenes. Entredos. (***) Seguimos con un libro que encandilará a los amantes de los medios de transporte, en este caso, aviones y trenes (¡Lo que me gustan estos engendros sobre raíles...!). Ideados por uno de esos artistas que supo entender a los prelectores (Yo sé de uno que se pirraría por tener su Machines at work en castellano), estos libros nos describen visualmente hidroaviones, helicópteros, torres de control, pasos a nivel, trenes eléctricos, de mercancías y de vapor. Lo interesante es que no lo hace de una manera aislada, sino que integra y articula todos estos elementos en la narrativa del viaje, para que el lector los contextualice en un todo. Paisajes que se suceden, cambios de plano, colores planos y líneas que definen las figuras, hacer de estos libros una delicia informativa para los más pequeños.
Mar Benegas y Anna Font. Contrarios y 1 más. Combel. Le llega el turno a un libro de cartón dedicado a los adverbios. Alto y bajo, grande y pequeño o caliente y frío son algunas de las parejas de conceptos antónimos que más se utilizan en nuestra vida diaria. Pero ¿todo es blanco o negro? Nooooo. Hay ciertos conceptos que nos permiten matizar y que también debemos tener en cuenta. Por eso, este libro de solapas extraíbles nos ayuda a descubrir el medio, el tibio o el gris y noser tan drástico en nuestras apreciaciones. Ilustraciones coloridas y simpáticas que a golpe de rima consonante y un poco de interacción nos divierten y enseñan a partes iguales.
Xavier Deneux. A cobijo. Combel. Nadie puede decir que los animales no interesen a los más pequeños, prueba de ello es este librito de cartón. Como nosotros y cuando cae la noche, conejos, ratones y otros seres vivos se esconden en sus viviendas y se disponen a dormir. Con elementos pop-up que hacen más realistas estas escenas llenas de madrigueras y oquedades, el mago del cartoné nos arropa con sus líneas sencillas y sus colores planos.
Malgorzata Detner (il.). ¡Cocodrila, cocodrila, qué poderosa mordida! / ¡Tigre, tigre, qué pelaje tan rayado! Océano Travesía. Nos toca detenernos en dos libros de cartón que incluyen elementos pop-up y de paso nos enseñan a conocer características de dos animales muy feroces: el tigre y el cocodrilo. Dentaduras, colas o pieles son la excusa para dos textos repetitivos que, con estructura de retahíla, invitan al lector a conocer sus propias habilidades (no pierdan de vista las indicaciones de la mariposa y la rana). Dos libritos simpáticos con una mirada tridimensional muy juguetona.
Élo. El cuerpo / Los animales. Colección Rueda que rueda. Entredos. (***) Llegamos a dos libritos que me tienen encandilado gracias a sus discos giratorios. Conforme pasamos las páginas encontramos diferentes animales o partes del cuerpo, un pequeño texto que nos invita al descubrimiento y una rueda en la parte inferior de la imagen. Al darle vueltas, la imagen que vemos en una ventana de la ilustración, va cambiando. Hay tres opciones para cada imagen, una se refiere a la realidad mientras que las otras dos son completamente imaginadas. Por ejemplo, del vientre de la vaca pueden colgar las ubres, una escoba, una lámpara o el mismísimo sol. ¿No es fabuloso? Un juego de investigación basado en una propuesta surrealista que dispara la carcajada y, de paso, nos enseña el mundo. Mis favoritos son el elefante, la nariz y entre las piernas. ¿Y los suyos?
Nieves García y Catalina Medarde. ¡Tilín, tilín! / ¡Al latero! / ¡Leré! / ¡Al pín, pín! Iglú. Pasamos a una pequeña colección que lleva por título Al corro chirimbolo. Escritos por Nieves García e ilustrados por Catalina Medarde, estos cuatro libros de cartoné nos presentan sendas historias donde el humor, la repetición, la musicalidad, las onomatopeyas y los juegos verbales son el santo y seña. Un gato con un cascabel insufrible, un paseo vacuno malogrado por culpa de una abeja, un cocinero muy ingenioso y un latero director de orquesta protagonizan estos libros bien simpáticos que invitan al conocimiento de las vocales o la invención de pequeñas canciones. Con un código QR incorporado en la contratapa que nos lleva a la versión musicalizada por Trobaversos, estos libritos animan el cotarro y enriquecen el panorama de este tipo de obras dirigidas a los prelectores y usuarios de jardines de infancia.
Georgette. ¡Uh-uh! Combel. Llegamos a un libro de adivinanzas en el que la oscuridad de la noche, unos cuantos pares de ojos de muchas formas y colores y otros tantos sonidos, nos animan a participar en un juego de adivinanzas mientras conciliamos el sueño. Así también conoceremos las costumbres de un montón de animales nocturnos como el búho, el gato o los murciélagos, ayudándonos a perder el miedo a las penumbras y robándonos un bostezo.
Denise Holmes (il.). Bebé feliz. Océano Travesía. Basado en actividades cotidianas de cualquier bebé, este imaginario recoge en formato boardbook elementos que rodean a situaciones como la lluvia, la hora del baño o realizar un dibujo. Acompañado por tres mascotas, los protagonistas de este libro que combina cartón y elementos textiles, acompañan a los prelectores en el conocimiento de su pequeño universo.
Cristina Losantos. ¡Qué historias! Combel. Este libro se enmarca dentro de la colección ¡Veo, veo! que ya ha incluido títulos como La ciudad, Los oficios o ¿Qué tiempo hará? En esta ocasión reúne escenas del antiguo Egipto, el Imperio Romano, la Edad Media o la Revolución Industrial, un total de siete imágenes en las que buscar y encontrar a Teo, Lara y su robot X-4, los protagonistas de estos libros para prelectores. Al tiempo que nos invitan a conocer algunos de los periodos más famosos de la historia universal, nos supone un reto dar con algunos personajes muy curiosos.
Édouard Manceau. Romeo y tú. Kókinos (***) Cuando un libro se dirige a sus lectores es imposible no caer rendido ante él. Esto es lo que le pasa a este álbum protagonizado por Romeo, un oso encantador que nos saluda y nos sugiere todo tipo de acciones. Tomando como excusa los gestos y su reflejo en el espectador nos propone un diálogo psicomotriz en el que, incluso, Romeo se mosquea un poco. Habrá que ser amable con él y evitar su enfado, porque tener un amigo siempre es importante. El libro incorpora un espejo final que permite al lector formar parte de la historia con un reflejo, que bien mirado, es una personalización que siempre se agradece. Figuras bien delimitadas, trazo tembloroso y colores planos y brillantes son siempre un acierto en esto de los libros para primeros lectores.
Ester Martín y María Reyes Guijarro. ¿Dónde están las ovejas? / El cumpleaños de Plim / ¿Y quién es Plom? Combel. Plim,Plam y Plum son tres perretes bien salaos que comparten peripecias. En estos tres títulos dirigidos a los prelectores y primeros lectores veremos cómo se hacen amigos de Plom, un pájarillo muy juguetón, la forma que tienen de celebrar el cumpleaños de uno de ellos o su capacidad para cuidar del rebaño correctamente. Formas sencillas y colores planos para unos personajes tiernos y simpáticos que, a base de rimas consonantes, encandilarán a los chiquillos amantes de los canes.
Pato Mena. Abrazoo. A buen paso. (***) Si te gusta abrazar a quien pilles, este es tu libro. Como bien sabrás, hay muchas formas de propinar un abrazo. Por ejemplo, con fuerza, suavemente, muy formal o sin demasiado interés. Aunque no lo creas, los animales también tienen maneras muy diversas de propinarse un abrazo. Abrazos como los de los dinosaurios, las luciérnagas o los cangrejos. ¿Que no sabes cómo lo hacen? Pues abre este álbum y pasa sus páginas mientras disfrutas, pues algunas son inverosímiles y otras tienen mucha guasa. Un libro interactivo con mucho humor que juega con el objeto libro y sus posibilidades sin desperdiciar ni una página.
Antonio Rubio y Óscar Villán. Cara / Flores. Kalandraka (***) Durante los meses pasados han salido a la luz otros dos nuevos títulos de la colección De la cuna a la luna, unos libros ya clásicos en esto del cartón y los prelectores que sí o sí hay que reseñar. En esta ocasión, el mago Antonio Rubio nos presenta la anatomía de la cara. Ojos, nariz o boca. Y para qué sirven, que no se nos olvide. En Flores aprovecha para recordarnos el nombre de algunas flores muy conocidos utilizando para ello la rima consonante con otros tantos nombres de niños que habitan la misma doble página. Por otro lado, las ilustraciones de Óscar Villán hacen las delicias de las miradas infantiles gracias a su colorido, la simpática caracterización de los personajes y los pequeños detalles narrativos que nos encantan a los monstruos.
Ronny Ruiz Mateo y María Pascual de la Torre. Animatopeyas. Ekaré. (***) Para terminar esta selección os invito a conocer un libro de cartón de formato horizontal en el que se nos presentan un buen puñado de parejas animales con sus correspondientes onomatopeyas gracias a un poema bien simpático que juega a los híbridos. El gallo y el caballo, el gato y la vaca se mezclan para crear nuevos personajes y sonidos que nos arrancan una sonrisa desde la combinatoria más surrealista. Rotuladores de colores brillantes y quimeras nos abren la puerta a la imaginación al tiempo que nos aproximan a la zoología.
Hervé Tullet. ¡Ualaaa! Kókinos (***) Se edita en nuestro país una nueva obra del genio francés. Con su particular visión del objeto libro, los elementos interactivos y una paleta de color reducida a los colores primarios, Tullet nos invita a explorar todos los recovecos del espacio. Encima y debajo, izquierda y derecha, subir y bajar. Todo es posible en un álbum de páginas gruesas donde nuestras manos y mirada se pueden perder. Troqueles y solapas se articulan desde una perspectiva sensorial en la que lecto-espectadores de todas las edades disfruten de su arquitectura.
Philip Waechter. ¡Venga, vamos! Lóguez (***) Terminamos esta pequeña selección de novedades dentro del formato boardbook con un librito encantador. Adscrito al llamado Wimmelbuch (libro de imágenes sin texto en el que se va narrando una o varias historias a través de diferentes escenas y personajes), este libro nos invita a seguir las peripecias de ocho personajes que se pierden en diferentes parajes urbanos y campestres. Así, haciendo caso al título, nos ponemos en marcha para descubrir los pequeños detalles que se van escondiendo en unas ilustraciones que recuerdan a otras obras del género como El libro de la noche de Rotraut Susanne Berner. Una fiesta de cumpleaños, frutas que cobran vida, una cometa que no vuela, un pingüino fuera de lugar, cazadores de tesoros y hasta un partido de fútbol se mezclan en un libro de lectura autónoma o acompañada en la que ir educando la mirada de cualquier lector.











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