miércoles, 8 de febrero de 2023

El infinito de Kvĕta



Si tenemos en cuenta que dedico esta semana a títulos clásicos de los que nunca antes había hablado y que desde todos los lugares monstruosos celebramos la figura de Kvĕta Pacovská tras su fallecimiento el pasado lunes, he creído conveniente detenerme en uno de los libros más especiales de esta artista que han sido publicados en nuestro país.
Incluido en la categoría de libros de artista o libros-objeto, este álbum de gran formato publicado por Kalandraka dentro de su sello Faktoría K de libros en el año 2008 supuso una alegría para muchos de nosotros ya que daba una visión mucho más compleja y perspicaz de lo que a priori se piensa que son los álbumes.


Se trata de un libro que, a pesar de tener una temática supuestamente limitada y muy infantil (números y letras), nos hace ver que cualquier motivo es capaz de desbordarse gracias a una mirada donde conviven el arte y la poética gracias a la perspicacia que ofrece el tiempo.
La materialidad del libro está muy presente en esta obra gracias a la encuadernación (cosida), el formato (grande, cuadrado), papel estucado de elevado gramaje, una camisa de plástico transparente, piezas en relieve tanto en la tapa como en la contratapa, contrastes de todo tipo, troqueles y pestañas móviles, elementos pop-up o materiales reflectantes que simulan espejos.


Pacovska tampoco olvida la funcionalidad del juego ni quiénes son sus últimos interlocutores, los niños. Les tiende la mano en este viaje a través de grafemas y fonemas que, además de invitar al conocimiento, cultivan su propio ideario tachonado de personajes que recuerdan a tentetiesos y títeres centroeuropeos, a hipopótamos y rinocerontes, a felinos y señoras respetables.



Aunque todos sus libros tienen mucho arte y merecen una mirada detenida, este alude a la legibilidad de la imagen, no solo del pequeño lector, sino de cualquiera que se atreva a pasar sus páginas sin presuposiciones, prejuicios o complejos. Interactivo y dinámico, este enorme collage propone diferentes lecturas independientes, diagonales o alternas que se alejan de la funcionalidad clásica a pesar de presentarse en forma de libro.
Lo que en apariencia es caótico, en realidad está pensado para el disfrute, romper el marco de lectura y permitir al lector-espectador ir hacia delante o hacia atrás, asomarse, esconderse o proyectar sombras chinescas, pero siempre salir triunfante de un punto de partida donde la extrañeza es cautivadora.


Esperando que alguna editorial se atreva a publicar Couleurs du jour (Editions des grandes personnes) y Un livre pour toi (Seuil), dos libros-acordeón en los que también merece la pena navegar, nos despedimos hasta entonces, infinita Kvĕta.

lunes, 6 de febrero de 2023

Noches de luna llena


Me encantan las noches de luna llena. Su silueta, su brillo, despiertan en mí algo atávico. No es de extrañar teniendo en cuenta que la Tierra y sus habitantes nos encontramos bajo su influencia desde hace millones de años. Desde que se formara por el choque de otro planeta con el nuestro, la luna no ha dejado de ejercer su efecto en nosotros.
Primero ralentizó el movimiento de rotación terrestre (los días duraban cinco horas antes de que ella apareciese), inclinó el eje terrestre (una de las razones que originan el clima de nuestro planeta) y continua interviniendo en la formación de las mareas y las corrientes marinas.


La influencia lunar también está presente entre los seres vivos. Muchos animales dependen de su luz para alimentarse o escapar de los depredadores. Se sabe que muchos animales marinos tienen su ciclo de vida acoplado a las fases lunares, como ciertos corales tropicales que desovan al unísono durante la luna llena, y que hay anfibios a los que la luna ayuda en la búsqueda de pareja para así perpetuar su especie.
En la agricultura, la influencia lunar es de gran importancia dependiendo del tipo de producto que tengamos que sembrar, sobre todo si son tubérculos, bulbos o incluso maíz.
Algunos creen que la luna llena nos altera, incluso que en esas noches hay más crímenes y suicidios, el llamado efecto Transilvania, uno del que todavía no hay pruebas científicas que lo corroboren.


Y mientras la Luna sigue alejándose de la Tierra a 3,78 cm por año, la editorial Galimatazo recupera Munia y la luna, un clásico de Asun Balzola que ganó el premio Apel.les Mestres allá por 1981.
Antes de que cierre la noche, Munia y su familia se acercan al río para recoger agua. La luna ya se refleja en la superficie y Munia decide coger una botella de esa agua con luz de luna. Antes de echarse a dormir, deja su botella en la mesilla. Pero en mitad de la noche, alguien golpea en la ventana. Es la luna que viene a recuperar ese pedacito de luz que Munia se ha llevado.


Inspirada en la figura de su sobrina, Munia Ruiz Balzola, a quien dedica el primer libro de la serie, Asun Balzola creo uno de los personajes más queridos del libro-álbum patrio. Una niña que en parte también es ella y que utiliza para recordar su propia infancia.


Con el estilo que más caracterizó su obra, la autora se deja llevar por los trazos en tinta y las aguadas espontáneas para componer unas ilustraciones delicadas y austeras donde abundan los espacios en blanco. Ella misma explicaba en el número 23 de la revista Peonza las razones de ello: “Quiero ser parca, quiero ser austera, quiero transmitir sensaciones con pocos elementos, insinuar cosas para que los demás las interpreten. Creo que el gesto y el símbolo son importantes, que ambos comunican más cosas, a veces, que una explicación detallada. Y el papel, que exista, que se vea, que respire, que sea parte de la ilustración porque el libro es papel.”
Se ve que lo consiguió porque Munia sigue más viva que nunca.

domingo, 5 de febrero de 2023

Animales de compañía


Perros, gatos, cobayas, tortugas, periquitos, leones, serpientes, macacos, arañas y lagartos. Cualquier tipo de animal es susceptible hoy día de convertirse en mascota. Peligrosos, venenosos, delicados o salvajes. Dan igual sus necesidades, los humanos se conceden el capricho aunque nuestras casas no sea el mejor de los hábitats. ¿Acaso no estarían mejor en sus lugares de origen?
Mientras piensan la respuesta y aprovechando que Iglú ha recuperado El gliptodonte de Jaime Siles, lo cojo de la estantería y les recito un par de poemas a modo de banda sonora. Y es que este libro editado en los noventa por Espasa Calpe en su sello Austral Juvenil, es un verdadero zoológico donde podemos encontrar cualquier especie animal, incluso el extinto pariente de los armadillos. Con un nuevo formato y acompañado de las elegantes ilustraciones de Paula Alenda, este poemario donde la lexicografía es muy sugerente y juguetona, seguro que les interpela.

El suelo sólo se calla
cuando lo pisa el ciempiés.
El ciempiés, que siempre halla
la unicidad de la raya
donde inciden sus cien pies,
convierte en filosofía
analítica el volver
a ser la caligrafía
en la misma orografía
que monotoniza el ser.

***

Se ven al borde del río
Paraná, de voz de brío,
ojos con luz de quinqué.

Largas lenguas de cuchillo
se afilan contra un colmillo.
Nadie sabe para qué.

Y a la luna opone un brillo
en el agua el amarillo
transversal del yacaré.

Jaime Siles.
El ciempiés y Descripción del yacaré.
En: El gliptodonte.
Ilustraciones de Paula Alenda.
2022. Valencia: Iglú.


sábado, 4 de febrero de 2023

Dos historias sin palabras




Estaba leyendo Panfletos, sermoncillos y brindis al sol, un libro de Vicente Ferrer que conmemora los veinte años de la editorial Media Vaca, cuando me ha venido a la cabeza eso de las palabras, unos artefactos humanos de una naturaleza sin par.
Las palabras son tan necias como sagaces, duraderas y efímeras, también laxas o rígidas, volubles y precisas. Las palabras son tan extrañas como el ser humano. O quizá no, porque bien pensado, el ser humano es el animal más corriente que conozco, más simple que el asa de un cubo. De complejo tiene poco… o mucho, según se mire.


Estoy aprendiendo a quitarle hierro a las palabras, a tomármelo todo con inexplicable tranquilidad. Obvio a los medios de comunicación, a mis seguidores, a mis detractores, a los amigos y a los vecinos. Ignoro incluso a los libros, pues no hay nada más bello que tomarse la literatura con ligereza para disfrutarla a manos llenas.



Ninguna palabra es tan importante como para dar tu vida por ella y sin embargo todos los días mueren montones de personas por culpa de ellas. Creo que las palabras están sobrevaloradas, sobre todo cuando alguien se empeña en decir una más alta que la otra. Por eso llevo a gala esa de “A palabras necias, oídos sordos”, una máxima que brevemente nos acerca al silencio, ese lugar tan generoso al que volver gracias a los libros donde las imágenes son las protagonistas.
Los dos libros silentes de hoy son Zoo, un libro de Jesús Gabán publicado por Diego Pun Ediciones, y Día de pesca, una creación de Laurent Moreau editado por Pípala.


En el primero, Gabán, uno de los ilustradores más prolíficos de nuestro país y ganador del Premio Nacional de ilustración Infantil y Juvenil en los años 1984, 1988 y 2000 (sigo buscando un ejemplar de El payaso y la princesa...), se aventura en el mundo de los animales mediante una serie de láminas que reúnen diferentes tipos de animales, no sólo del mismo grupo taxonómico, sino con características semejantes.


Unos viven en mitad del desierto, los otros son más nocturnos que diurnos, y los de más allá pegan saltos para desplazarse. Mamíferos, reptiles, aves, insectos… un verdadero zoológico presentado por un chaval que se mimetiza entre ellos, nos ofrece pistas para averiguar la temática de cada doble página y sirve de hilo conductor en este juego de observación donde hay detalles que también ayudan a desbordar la imaginación (¿Ven lo que se dibuja en las manchas de la jirafa?).


En ese Día de Pesca que nos presenta el autor francés, tenemos la historia de un señor que a lomos de una bicicleta se dirige con sus aparejos de pesca a la orilla del mar con intención de capturar algún pez. Pasamos las páginas y vemos como la ciudad se despliega ante nosotros. Edificios, calles, comercios y vehículos lo acompañan en su camino.


Del mismo modo que sucede en otros libros similares (véase El arenque rojo), Moreau convierte lo que en principio iba a ser una historia bastante lineal, en toda una verdadera novela coral donde un sinfín de personajes toman parte de la acción y a los que el lector puede seguir gracias a manchas de diferentes colores que sirven de señuelo visual. Con mucho humor, dinamismo y tensión narrativa, no pueden perdérselo.

lunes, 30 de enero de 2023

Álbum ilustrado: un puñado de concursos


De un tiempo a esta parte han empezado a aflorar numerosos premios y certámenes donde el álbum y las literaturas gráficas son los protagonistas. Generalmente organizados por entidades públicas en colaboración con editoriales, promueven principalmente la creación de obras gráficas dirigidas al público infantil y juvenil.
Oportunidades para autores noveles, descubrimiento de nuevos talentos, visibilización de ideas poco convencionales o viveros de obras publicables. Todas las opciones son válidas para unos certámenes que también aúpan la LIJ y nos ofrecen nuevas visiones de un mundo en el que cada día es más importante la imagen.
Aquí les dejo con ellos para que puedan estar al tanto, echarle un ojo a las bases de cada uno de ellos (hagan click en el nombre), y sobre todo, animarse a participar. No tengan complejos, nadie sabe si su idea puede ser la premiada. El talento no entiende de procedencia, edad, sexo o experiencia. ¡No me sean cenizos!



Premio de Álbum Ilustrado Miguel Calatayud. Recién inaugurado, este premio que lleva el nombre de uno de los ilustradores más carismáticos del álbum español, está convocado por el la Concejalía de Cultura de Aspe, lugar de nacimiento del autor alicantino, y la editorial Degomagom. El plazo de presentación de los originales termina en marzo y el álbum ganador recibirá 6.000 euros, además de ser publicado por esta editorial con tan buen gusto. 



Concurso Internacional de Álbum Ilustrado Biblioteca Insular de Gran Canaria. Desde hace unos cuantos años, la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria en colaboración con la editorial A buen paso, organizan uno de los concursos más jugosos, no solo por el premio (11.000 euros para el ganador), sino para entrar a formar parte del catálogo de este sello independiente. Malacatú, Un señor atasco, Anibal. Perro fantasma o Dorothy. Déjale entrar han ganado alguna de las ediciones anteriores ¿Será el tuyo el próximo? En breve la próxima convocatoria con ligeras modificaciones.



Concurso de álbum ilustrado A la orilla del viento. Seguramente el premio más antiguo (el año pasado fue su XXIV edición) e importante de todos. Convocado por la editorial Fondo de Cultura Económica que cuenta con filiales en todo el mundo de habla hispana. es bienal (se celebra los años pares) y cuenta con un premio de 150.000 dólares para el ganador, así como la publicación de la obra en la colección que lleva su nombre. La próxima convocatoria será en 2024, así que pueden ir preparando sus trabajos más exquisitos.



Premio Internacional de Álbum Ilustrado Ciudad de Fuengirola. Las bibliotecas de este municipio y dependientes de la Concejalía de Cultura, junto a la editorial OQO, organizan un premio nada desdeñable en el que el álbum ganador se embolsa 10.000 lereles y su posterior publicación. En esta convocatoria se pueden presentar los originales hasta el 28 de febrero, así que ya te puedes dar prisa para darle forma a esa idea que te ronda la cabeza y alzarte con el triunfo.



Premio Cubilete de Álbum Ilustrado. El grupo editorial Bruño acaba de organizar un premio que lleva el nombre del sello que engloba a sus libros-álbum más especiales. Con 5.000 euros de dotación monetaria y la publicación de la obra ganadora, no debes olvidar de presentar tus originales antes de junio de este año y participar en la primera edición de un certamen que seguramente se prolongue en el tiempo.



Premio Lazarillo. Categoría Álbum Infantil y Juvenil Ilustrado. Convocado por la OEPLI (Organización Española para el Libro Infantil y Juvenil), con el patrocinio del Ministerio de Cultura y Deporte, y la cadena de comida rápida McDonald's (increíble pero cierto), cuenta con 6.000 euros para el álbum ganador. Si bien es cierto que no contempla su publicación, casi todos los álbumes que lo han conseguido encuentran un hueco en las editoriales del ramo. Los trabajos se suelen presentar durante el último trimestre del año y el fallo del jurado se hace en marzo.



Premio Internacional Compostela para Álbumes Ilustrados. Organizado por el Departamento de Educación del Ayuntamiento de Santiago en colaboración con la editorial Kalandraka, es uno de los premios decanos en nuestro país ya que ha celebrado más de quince ediciones. 9000 euros para la obra ganadora y su publicación por la citada editorial, es un premio muy apetecible, teniendo en cuenta el alcance de este sello en el entorno de la LIJ. El plazo de presentación de originales suele terminar en mayo.



Premio Internacional de Álbum Infantil Ilustrado Ciudad de Benicarló. Se enmarca dentro de los premios literarios que la Concejalía de Cultura de esta ciudad organiza cada año. El plazo de presentación de los originales suele terminar a mediados de septiembre y los ganadores, además de embolsarse 5.000 euros, verán la obra publicada por la editorial Onada. Christian Inaraja o Marta Moreno son algunos de sus ganadores.



Concurso de Álbum Fray Conrado Muiños. Organizado por el Departamento de Cultura y Juventud de la Diputación de Soria y dirigido a jóvenes creadores (los autores no deben superar los 35 años de edad) que quieran presentar un proyecto ilustrado sobre cuentos, leyendas o tradiciones sorianas. Contempla un premio de 2.000 euros para la obra ganadora y su posterior publicación dentro de las ediciones de la citada institución. No está nada mal para empezar aunque la temática sea un tanto restringida.



Premio Internacional de Album Ilustrado Apila Primera Impresión. Fue creado por la editorial maña Apila hace más de 10 años para que ilustradores que nunca hayan publicado nada (las autoediciones no cuentan) puedan editar su primer álbum de manera profesional. En colaboración con la Escuela Superior de Diseño de Aragón y el apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza, el premio consta de la publicación de la obra y 4.000 euros en concepto de anticipo de los royalties. Ha sido la plataforma que autores como Olga de Dios, Canizales, Rodrigo Mattioli o Vera Galindo han utilizado para darse a conocer.



Premio Internacional de Libro Ilustrado Recordando a Barbara Fiore. Al mismo tiempo que reconoce la labor creativa, recuerda a la fundadora de esa editorial que tan buenos libros nos ha dado a los monstruos. Dotado con 5000 euros y la publicación de la obra, este premio no sólo se centra en álbumes dirigidos al público infantil, sino que se amplía a cualquier otro tipo de lector y literatura gráfica. Se convocó por vez primera el año pasado y la presentación de originales tuvo lugar entre noviembre y diciembre. Estoy deseando ver en las librerías el álbum de Nanen que ganó esta primera edición (de ella es el storyboard que sirve de portada a esta entrada).



Premio Internacional de Ilustración Edelvives. Abierta está la convocatoria de este premio que ya va por la quinta edición. En el pueden participar ilustradores de todo el mundo enviando un portfolio y una carta de presentación. El ganador recibirá 7.500 euros e ilustrará una obra de ficción o no ficción elegida por la editorial. Es el único certamen en el que los participantes no deben exprimirse el limón con ideas propias. La convocatoria finaliza en mayo.

viernes, 27 de enero de 2023

Medicinas contra el mal humor


Por fin es viernes. Menos mal. Que la mala ostia rebosa. Y mira que yo tengo aguante. Pero nada, los nenes viven rebordecidos y los demás pagamos el pato. Se ve que sus papas (así, sin tilde) les agasajan con demasiada ligereza y a la mínima de cambio se te suben a la chepa. Y si a la rutina laboral le añado la serie de tontos que se interponen en mi trayectoria, el morro se tuerce como la curva del ocho. 
Uno intenta zafarse de tanta problemática a base de comida y libros bonitos, dos remedios que distan mucho de las terapias introspectivas actuales y dejan paso al hedonismo más ilustrado.


Algo parecido le sucede al pequeño Moctezuma, el emperador azteca que protagoniza la historia de hoy, un libro chiquito que nos habla de malas pulgas, remedios ancestrales y tradición precolombina con una factura impecable. Versos con estructura de copla, ilustraciones que parecen extraídas de los códices mexicanos, un glosario de terminología azteca, y mucho (mal)humor son sus bazas.
¡Y no olviden prepararse una taza de chocolate caliente para alejar el cabreo y disfrutar de él a todo trapo!

El monarca Moctezuma
hoy está de mal humor.
Se han cansado de pedirle
que sonría, por favor.

-¡No sonrío! ¡Hoy no quiero!
¡Por favor, déjenme en paz!
¡Que se quede mi ayudante!
¡Que no entre nadie más!

-¡Pero si hay mucho trabajo!
¿Qué no ha oído el caracol?
Ya sonó para la junta,
allá, en el Templo del Sol:

No se olvide que hoy le toca
cuatro códices dictar
y encender el copalito
que le puse en el altar.

Moctezuma patalea
y se pone colorado,
pega un grito que resuena
hasta el próximo poblado:

-¡A volar con los ministros!
¡Con los códices también!
¡Que no quiero ver a nadie
porque no me siento bien!

Nuria Gómez Benet.
El berrinche de Moctezuma.
Ilustraciones de Santiago Solís.
2022. Barcelona: Ekaré.



jueves, 26 de enero de 2023

Otro bosque es posible



El bosque. Los de la LIJ siempre hablamos del bosque, ese lugar mágico donde los cuentos de hadas se tornan realidad. Pero, ¿cómo es el bosque? Generalmente nos lo imaginamos verde, selvático, espeso, umbroso, húmedo y fresco, una imagen muy idealizada a la que han contribuido precisamente los cuentos clásicos y que dista mucho de la realidad que se vive en gran parte del planeta.


Cuando a uno de La Mancha le hablan de bosques, frunce el ceño y replica “¿Mandeee?” No es que seamos incapaces de imaginarnos uno, sino que nuestro concepto de bosque tiene más parecido con un matorral, un pinar o una dehesa que con todos esos hayedos, castañares y robledales por los que deambulaba Caperucita Roja.
Lo mismo sucede en otras partes del mundo como la sabana africana, sus acacias y baobabs, el desierto de Sonora tachonado de cactus, el altiplano boliviano o la pampa argentina donde las gramíneas campan a sus anchas o esa tundra siberiana sembrada de abedules enanos.



Quizá esa sea la razón por la que algunos vivimos embelesados cada vez que nos internamos en una zona boscosa repleta de musgo y helechos, donde la hojarasca se hunde bajo nuestros pies y el silencio te rodea.
¿Acaso inmensas planicies, temperaturas extremas y parajes desolados no son aptos para blancanieves, bellas durmientes o casitas de chocolate? Parece imposible que los cuentos clásicos aniden en ellos. Quizá esta realidad sea fruto de una suerte de anacronismos, licencias de estilo, coincidencias geográficas o acervos culturales, pero no cabe duda de que los bosques de la LIJ no se parecen al bosque mediterraneo, el fynbos o una alfombra liquénica.
Hay que acostumbrarse a otro tipo de escenarios que, si bien son más yermos y baldíos, son igualmente válidos a la hora de desarrollar narraciones probablemente no tan exóticas, pero igualmente nutritivas.


Y tras esa defensa de otros posibles bosques, toca regresar a los más estereotipados para disfrutar de La pequeña brujita Hazel, un libro de Phoebe Wahl que Savanna Books ha ha traído a España para hacernos disfrutar con las historias cotidianas de su protagonista, una bruja diminuta y hacendosa que siempre está dispuesta a echar un cable a los demás.
El álbum se estructura en cuatro capítulos que suceden en diferentes momentos del año. La primavera, el verano, el otoño y el invierno constituyen el escenario donde colores fríos, luminosos o cálidos se alternan en una atmósfera sugerente y agradable. Hojas, flores y frutos mudan al paso de las páginas en las que Hazel nos invita a seguirla



La crianza de un búho recién nacido, una encantadora fiesta estival, un pequeño troll que se siente solo y la primera nieve del invierno son los pequeños momentos que reúne un libro articulado en viñetas y grandes escenas, con textos narrativos y frases en bocadillos, donde los detalles naturales constituyen el aderezo perfecto.
Sí. yo me perdería en el bosque de Hazel, ¿y ustedes?

lunes, 23 de enero de 2023

¿Cómo ser auténtico?


Todo el mundo quiere ser auténtico, diferente, original, especial. Nadie quiere ser cómo el resto. Pero luego llegan las modas y los ismos, los iconos y los influencer de turno, unos biotipos que despuntan en los mass media e invitan al mimetismo. Coges un poquito de aquí, otra pizca de allá, algo de tu cosecha, y ya está: un tipo singular.
¿Qué ustedes también quieren pero no saben cómo hacerlo? Pues aquí unos briconsenjos para lograrlo:


- Háganse con una furgoneta camperizada, o en su defecto, varios pasaportes usados.
- Indispensable un animal de compañía. Y si parece que te lo trajinas o lo incluyes en el libro de familia, mejor.
- Al menos, un tatuaje. Pequeño o grande pero que se vea, por favor.
- Dietética y porn food deben convivir a la perfección en una estudiada paradoja.
- Conciertos, exposiciones, gastronomía, conferencias… Actividades culturales, sí o sí.
- Vota al partido de referencia indicado por tu colectivo o minoría respectiva.
- Los niños son un acierto, y que se note que los quieres, más todavía.
- El ecologismo siempre realza el sabor de cualquier plato insulso.
- Pose, peluqueo y gimnasio: básicos. Yoga y pilates también valen. Si no estás al tanto, ponte las pilas.
- ¡Ah! Se me olvidaba un vestidor de aquí a Lima. ¡Lúcete!
- Llena tu discurso de peroratas absurdas y obviedades inertes. Reafirmarte.
- Ábrete en canal. Si además eres emocionalmente inestable, exhíbete.
- Limita tu vocabulario. Anglicismos, prefijos, sufijos y adjetivos como “brutal” y “espectacular”, son la base para llegar a tu público.
- Haz del respeto y el compromiso tus falacias más inconexas.
- Sanitarios, educadores, psicólogos y trabajadores sociales tienen un plus vital (Jesucristo dixit: Ayuda al prójimo, como a ti mismo). Y artistas, intelectuales, quiroprácticos y yuppies están en la categoría de morbo integral.
- Para terminar: felicidad, felicidad y felicidad. Si no la encuentras, invéntala.


Si todo esto no te ha servido de mucho, ignóralo y sigue deambulando por tu propia hoja de ruta, continua con tus quehaceres de profesor de autoescuela, higienista dental o putón verbenero. Seguramente logres la ansiada autenticidad dejando que la vida fluya y te vaya nutriendo de todo tipo de momentos donde tu humanidad se ponga a prueba. Y recuerda que toda persona sin par, más que ventajas, sufre miserias, bajezas y debilidades.


Que se lo digan a Edward Gorey, uno de los personajes más inverosímiles del siglo XX y en cuyos detalles biográficos no me voy a detener teniendo a su disposición artículos como este de la revista Peonza (hagan click en ESTE ENLACE, descarguen el PDF y vayan a la páginas 79-85) elaborado por Ana Garralón, donde pueden quedarse pasmados ante su vida, obra y, sobre todo, personalidad. Si quieren algo para sus hijos pueden echar mano de ¡Qué absurdo! una biografía ilustrada publicada por la editorial Impedimenta.


Aunque ilustro obras de otros autores como esta y esta otra, lo que más se disfruta de este hombre son esos libritos que autopublicaba y cuyas primeras ediciones valen un dineral hoy día. De entre todos esos pequeños libros, hoy pueden leer y disfrutar un puñado que Libros del Zorro Rojo acaba de reeditar en formato de colección a un módico precio. La biblioteca macabra han llamado a esta caja que incluye cinco de sus libros, concretamente El zoo absoluto, Los pequeños macabros, La niña desdichada, La procaz intimación y El jardín maléfico.


Los dos primeros son abecedarios. Uno está protagonizado por una serie de monstruos muy sui géneris y otro es ya un clásico donde los críos mueren o se divierten de las formas más bizarras y siniestras posibles. En La niña desdichada encontramos una obra al más puro estilo dickensiano pero con un final de lo más truculento, y en los últimos de la tanda, terror y posesiones demoniacas se abren camino a través de las páginas.



Dibujos en tinta, rimas sencillas y mucho humor negro, casi venenoso, les invito a sumergirse en un universo literario que se sale de lo preestablecido, con garra, adictivo, políticamente incorrecto, rotundo, turbador e incómodo.


En tapa blanda y esquinas redondeadas, es una buena oportunidad para sumergirse en la peculiar idiosincrasia de este hombre que sabía de buena tinta que la mayor virtud de ser auténtico es no querer serlo.