martes, 31 de diciembre de 2024

Deseos por cumplir


Termina un año y empieza otro. Se cierra un ciclo y se abre otro. Y mientras tanto, nosotros, insignificantes mortales, nos dedicamos a pedirles a los dioses montones de deseos. Llámense Alá, Shiva, Odín o Pedro Sánchez. Les rogamos, incluso suplicamos, por nosotros, pecadores. Y si vienen cargados de mucha salud, algo de trabajo, amor el justo y un pellizco de la primitiva, mejor que mejor.


No seré yo quien les quite la ilusión, pues nada tengo que hacer ante esos relatos tan bien elaborados que se han creado (y creído) a pies juntillas. No le echen la culpa a la iglesia, las madrasas o las consultas del terapeuta de turno, solamente ustedes son los responsables de tanto esoterismo, pues no hay nada como la búsqueda constante de felicidad para remover las neuronas con algún cuento chino.
Echen mano de la magia, limpien su aura, lean todos los libros de autoayuda que caigan en sus manos, mediten todo lo que puedan, prueben con las constelaciones familiares, conecten con su ángel de la guarda y vibren al son de los cuencos tibetanos. No hay nada como elevar el ánimo y canalizar nuestras fuerzas en la dirección de nuestros deseos. A veces terminan por cumplirse.


Tampoco se preocupen si todo queda en agua de borrajas. No hay necesidad de frustrarse ni flagelarse. A veces nos quedamos como estamos o incluso peor. Háganse cargo en el mismo instante que desean. Es un buen ejercicio para no volcar sus deseos incumplidos en los demás, pues los anhelos son personales e intransferibles. Tanto es así, que los deseos de unos pueden ser el castigo de otros. No se deseen por mí, se lo advierto.


Y este 31 de diciembre, mientras se llenan la boca de uvas, comen lentejas a la italiana, barren la casa o encienden una vela, también pueden leer Quince ocasiones para pedir deseos en la calle, un álbum de Nicolás Schuff y Maguma editado por Limonero con el que quiero despedir este año aciago.
Este libro, además de ser una de esas delicias gráficas a las que nos tiene acostumbrados el ilustrador madrileño, se perfila como una suerte de catálogo donde caben un sinfín de gentes, líneas argumentales y, sobre todo, deseos. Un deseo por cada doble página, diferentes personajes que se descubren a sí mismos o entre ellos, en una ciudad que no solo es el escenario para la acción, sino también el de sus deseos.


Misterioso, luminoso, divertido, ocurrente, surrealista y sensible, este álbum difícilmente clasificable, juega con nuestro subconsciente de una manera muy libertina invitándonos a descubrir lo que se pasa en esta historia llena de las asociaciones de ideas que emergen de encuentros y situaciones con los que nos encontramos a cada golpe de página.
Con muchas metáforas visuales y unas guardas peritextuales que les recomiendo revisar para no perderse ningún detalle de lo que sucede entre deseo y deseo, solo me queda pedir un deseo que me guardaré para mí (soy algo supersticioso y nunca hay que pronunciarlos en voz alta). ¡Feliz 2025!

lunes, 30 de diciembre de 2024

Los mejores álbumes ilustrados infantiles del 2024 / 2024 Best Children's Picture Books in Spain


Hoy es el penúltimo día de 2024, un año para olvidar en lo personal y lo plural. Aunque muchos piensan que mis días son una eterna fiesta eterna, les puedo asegurar que no, lo único que intento es alejarme de la tristeza con algo de movimiento. Deseando que el 2025 nos traiga cosas buenas, termino este 2024 con mi listado de los mejores libros infantiles, una selección que me da muchos quebraderos de cabeza, pero que sigo manteniendo para que sirva como faro a muchos monstruos.
Antes de empezar y como siempre, les recuerdo mis criterios de selección, algo que siempre ayuda a entender las razones de presencia/ausencia. A saber:
Leaving 2024, a year to erase from my memory. Although many people think my days are a neverending party, I truly asure the one and only thing I try to do is keeping sadness apart from my life with some hustle and bustle. While I really hope good news for 2025, here you are my "2024 Best Picturebooks". A hard decission because of two reasons: the verb “to choose” and the big amount of picture books that are out of it.
Once again, I remind you my own criteria to elaborate this list:

- Seleccionar obras editadas por primera vez en castellano durante el 2024 (Este año, por sexto año consecutivo, he decidido abrir un hueco final para las re-ediciones y nuevas ediciones de obras ya publicadas en nuestro país).
- Select works published for the first time in Spain during 2024 (I include a little space for reissues at the end).

- Seleccionar obras con aceptación entre el público infantil (¿de qué me sirve darles opciones que no les van a gustar a sus hijos, sobrinos o nietos…? Creo firmemente en las ilustraciones de calidad, en las historias hermosas, con mucho humor, poéticas, juguetonas, bien editadas… ¡Hay que ser práctico!).
- Select works with acceptance among children (I prefer giving you options that are going to like children, nephews or grandchildren -not to parents, aunts or grandparents, obviously...- I firmly believe in great illustrations, beautiful stories, humorous, meaningful and successful ones... Let’s be practical!).

- Que el listado no supere los 30 títulos (este año 29), que ya son…- (debe ser variado, pero no una amalgama en la que te vuelvas a perder).
- The list will not exceed 30 titles (It must be diverse, but not a huge mess in which you ever lose).

- Dividirlas en dos grandes categorías: “Primeros lectores” y “Lectores competentes” (ver AQUÍ el porqué).
- Divide all titles into two categories: "First Readers" and "Competent Readers" (Why? see HERE).

- Combinar títulos patrios con otros foráneos. Este año, la presencia es bastante mayor que la del año pasado. ¡Qué alegría!
- Combine Spanish authors with foreign ones. This year the percentage is higher... A piece of joy! 

- Incluir obras cuyas ilustraciones tengan un componente artístico-estético sobresaliente o cuya edición las haga destacar entre las demás (no olvidemos el valor intrínseco de la imagen, el formato y otros aparejos del objeto libro).
- Include works whose illustrations have an outstanding artistic or aesthetic component (Don’t forget the intrinsic value of the image!)

- Incluir títulos de poesía (¡la poesía al poder!), preferentemente originales en castellano.
- Include at least one Spanish poetry work. Long live Poetry!

- Si bien es cierto que este año incluyo algunos libros que se podrían considerar informativos (es lo que tienen los híbridos y los libros para prelectores y primeros lectores), les recuerdo que este tipo de libros tienen sus selecciones propias que se pueden consultar AQUÍAQUÍ y AQUÍ (informativos) y AQUÍ y AQUÍ (libros de cartón).
- Although I have included some informative picture books (non fiction) I made a selection of these before. You can see HERE HERE and HERE, informative ones, and HERE and HERE, toddler books.

- ¡Este año hay teatro en verso! ¡Hip, hip, hurra!
- This year we have a book about theater! Hip hip hoorey!

Y así llegamos hasta los, para mí, mejores álbumes para niños del 2023, algunos reseñados ya en este espacio y que enlazan con su respectiva reseña, otros por reseñar (perdónenme, pero no dispongo de tanto tiempo…) y enumerados por orden de complejidad creciente (textual y/o gráfica). Si se quedan con ganas de más selecciones de este tipo, les recomiendo que le den a ESTE ENLACE y echen un vistazo a las de años anteriores. Tampoco se olviden de echarle un ojo a nuestra cuenta de Instagram. ¡Disfrútenlos!
So here you are the best children's books of 2023 in Spain listed in order of increasing complexity (more or less). You can also see a lot of them in my profile in Instagram and all the previous selections HERE. Enjoy them!


PRIMEROS LECTORES / FIRST READERS


















































LECTORES COMPETENTES / COMPETENT READERS









































REEDICIONES













jueves, 26 de diciembre de 2024

La Navidad es compañía


Según se comenta en las noticias, la venta de paquetes vacacionales había aumentado notablemente esta Navidad. Y es que, echando mano de todo tipo de argumentos, cada vez son más los que prefieren desmarcarse de las fiestas y pasar estos días en modo ermitaño, practicar el ayuno intermitente en un spa de lujo o irse a la otra punta del mundo.


Que si hay que descansar del comienzo del curso escolar, que si mis huesos necesitan un clima cálido y tropical, que si la distancia es el olvido y se hacen más llevaderos los recuerdos dolorosos, que me lo ha recomendado el terapeuta de turno, que no quiero escuchar ni una vez más Mi burrito sabanero, que es una buena oportunidad para conocer otras tradiciones o que este año le tocaba decidir a mi pareja. Cada quien que elija su excusa.
Y digo excusa porque a pesar de esta supuesta libertad de elección, el quid de la cuestión está en no saber gestionar los vínculos con los demás, aunque esto repercuta en su salud mental (ya saben, sociología pura y dura). Pues si bien es cierto que Papa Noel, el roscón de Reyes, el alumbrado navideño, esos jerséis horrorosos del Shein y todo el consumismo que se respira estos días son modas relativamente recientes, la verdadera esencia navideña se construye gracias a reuniones con familiares, amigos y conocidos.


Desde la antigüedad, griegos, egipcios y romanos realizaban celebraciones para conmemorar el solsticio de invierno. En nombre de Ra o Apolo, los seres humanos festejaban el fin de una época oscura esperando que los días se alargasen. Adoptado por el cristianismo, este ambiente festivo se orientó hacia el nacimiento del Mesías, otra luz divina, y entre unos y otros, parientes y allegados departimos durante los días fríos en torno a la mesa, el único símbolo que perdura.
Por esta razón y para todos esos que se alejan de la Navidad y se esconden de los demás a unos cuantos kilómetros de distancia, van tres libros donde la compañía es el santo y seña.


Empezamos con Bim Bam Bum, el libro de María Girón que se ha hecho con el premio Compostela para álbumes ilustrados. Publicado por Kalandraka estos meses, nos cuenta la historia de Bim, Bam y Bum, un grupo de amigos que se dirigen a la playa. En su camino recogen a Cata, que se une a ellos montada en su bicicleta. Luego aparece Plas, que se lleva su equipo de buceo y más tarde Chim con su monopatín. ¿Cuántos amigos más se apuntarán al plan?


Recién añadido a mi selección de libros playeros, este álbum tiene recursos más que interesantes para encantar a prelectores y primeros lectores. En primer lugar los juegos lingüísticos, un clásico básico de estas obras que, con estructura de retahíla penetran en el acervo infantil. En segundo lugar esa cabalgata hipnótica de personajes llenos de detalles en los que detenerse. Tampoco se nos puede olvidar la ruptura del marco de lectura a cargo de un oso muy jocoso (imprescindible para sacarte una sonrisa). Y por último, el carácter de una obra coral tan entrañable como disfrutona.


Seguimos con ¿Cuánta gente se necesita…?, un álbum de Anna Font publicado también por Kalandraka. En este libro de preguntas y respuestas, nos encontramos con un sinfín de situaciones que nos dejan entrever lo necesarios que son los demás en nuestra vida, no solo para las cosas buenas, sino también para las malas (punto a favor de una autora que ha dejado el buenismo de lado).



Una de las cosas que me ha encantado es ese recurso típico de los libros de adivinanzas en los que la respuesta está puesta al revés y en una tipografía más pequeña. Esto favorece la lectura en voz alta y la interacción de un lector espectador que, acompañado por imágenes de formas angulosas y colores alegres, reflexiona sobre unas preguntas en las que caben diferentes respuestas. Un libro entrañable, honesto y con muchas notas de humor al que todo el mundo le puede sacar partido.


Para terminar les traigo Tortilla de arándanos, un libro escrito e ilustrado por Charlotte Lemaire y que ha sido publicado en castellano por La Topera, esa editorial pequeñita que se atreve con libros muy especiales.
Todo empieza con la invitación de Claudie, una niña que quiere agasajar a sus nuevos vecinos con una tortilla de arándanos. Y allí que acuden Grandioso y el ciervo. Mientras Claudie les muestra la casa, unos reyezuelos hambrientos devoran los arándanos y dejan a los tres amigos sin ingrediente principal para la merienda. Pero Grandioso, un oso con muchos recursos, los lleva hasta un lugar muy especial donde crecen muchos frutos silvestres. ¿Lograrán disfrutar de la merienda prometida?


Con unas ilustraciones explosivas y brillantes, la autora francesa nos embriaga. La verdadera protagonista es la naturaleza. Narcisos, violetas y tulipanes, fresas arándanos y frambuesas. El derroche de color nos traslada a una primavera eterna en la que el lector-espectador quiere disfrutar en compañía de unos personajes tan ocurrentes como simpáticos.


Sorpresas que activan la línea argumental, figuras desproporcionadas que magnifican el efecto visual y un humor impregnado de la inocencia infantil, son recursos narrativos que bien valen una (o mil) lecturas. ¡Ah! Y no se olviden de disfrutar de las tortitas de arándanos, su sabor es tan cálido como el de la misma compañía!

martes, 24 de diciembre de 2024

Una buena noche


Sí, hoy es Nochebuena, ese día en el que gran parte de las familias españolas se reúnen para marcarse una cena opípara y ponerse hasta los ojos de todo tipo de condumio. Aparte de la gastronomía, se agradecen los chiquillos, los villancicos y algún altercado con el hermano, el cuñado o la suegra (ya saben, la sal de la vida).
No obstante y teniendo en cuenta todas las realidades de la vida posmoderna que nos azotan, cada vez hay más gente que pasa esta noche en la más absoluta soledad. Por suerte o por desgracia, vivimos en un mundo donde la migración, la exclusión social o las familias mínimas florecen a modo de malas hierbas, lo que obliga a muchos a comerse cualquier cosa y quedarse sobados en el sofá escuchando la letanía navideña del cacique de turno.


Si te toca, te toca, y no hay más que rascar. ¿¡Qué más puedes hacer!? Lo que nunca debes hacer: ponerte a cavilar. Uno se echa a llorar en aras de la nostalgia o se consuela pensando en todo lo que se ha ahorrado. Es una noche más, se repiten una y otra vez. Quizá una noche menos. Dale que te pego… Y lo que debería ser una gran velada contigo mismo se transforma en un runrún obsesivo-compulsivo que no te lleva a ningún lado.


Desde mi punto de vista, es mejor dejarse llevar. Ponerte el abrigo y salir a pasear. Encontrarte con un perro abandonado que siga tus pasos. Sentarte bajo el cielo estrellado y contemplar el firmamento. Ponerte a departir con la primera persona que encuentres. El repartidor de Glovo extraviado, una jovenzuela llorosa que acaba de corriendo de casa de sus padres o ese viajero que perdió el último tren. Quizá sea el amor de tu vida. Quizá te la cuente. Quién sabe lo que nos depare esta noche. Es una noche buena y en ella caben muchas opciones.
Esa es la idea que recorre una y otra vez Solo esa noche, el álbum que Andrea Antinori, ganador del premio de ilustración Bologna Ragazzi-Fundación SM, ha publicado este año con la citada editorial y del que no había disfrutado hasta hace unos días.


El argumento de este libro tan encantador es sencillito. Un senderista se va de excursión. Sube a la cima de la montaña, empieza bajar y comienza a oscurecer. Avista un claro y decide montar su tienda de campaña, encender una hoguera, cenar y pasar allí esa noche. Mientras él duerme, afuera empiezan a suceder cosas extrañas. Montones de animales, una fila de hormigas que transportan todo tipo de objetos (y que me recuerdan a estas otras), el hombre de las nieves, murciélagos a gogó, un cometa e incluso un platillo volante hacen aparición. ¡Qué lugar tan misterioso!


El autor italiano nos presenta una historia sin palabras y de paso nos saca una sonrisa (el extrañamiento es su recurso humorístico favorito). Sobre la técnica narrativa, hay que destacar esa secuenciación tan activa que, con recursos del cómic o sin ellos, nos recuerda a fotogramas que le imprimen continuidad a esta historia.


Guiños al cine (¿Han visto a E.T. el extraterrestre?), seres nocturnos, un partido de tenis y hasta una meada nocturna son algunos de los detalles que nos invitan a imaginar y confundir sueños con realidad. ¿He dicho confundir? Como se nota que me he olvidado del final…
Lo dicho: espero que tengan una buena noche, sea como sea.